Hace unos días en ocasión de un encuentro partidario, posteé en mi Facebook: “Plenario militante reivindicando la política”. Me salió espontáneamente, casi como un desahogo después de haber vivido una intensa campaña electoral que llevó al triunfo en las PASO a nuestros candidatos del Partido Gen de la ciudad de La Plata, Juan Cocino y Gastón Crespo.

Me llenó de orgullo el entusiasmo en los análisis de nuestros militantes, que trabajaron incansablemente con frío, pocos recursos y otras adversidades en una campaña política difícil, marcada en buena parte por la desazón, la apatía y en especial por el dolor de la tragedia del 2 de abril en nuestra ciudad.

En ocasión del trabajo de campaña muchas veces me encontré con enojos y desprecio de ciudadanos que cansados de los malos ejemplos me decían: “Yo no quiero nada de ningún partido”, “Son todos lo mismo”, ”No gracias no me interesa la política” etc., etc. Más de una vez la bronca era importante y llamativa independientemente de cualquier representación partidaria.

La corrupción en el Estado, la falta de de sanos ejemplos y la inmensidad de necesidades de la población sin resolver, son sin lugar a dudas las deudas de nuestro sistema democrático.

Sin ánimo de caer en chicanas no puedo evitar decir que esta sensación de hartazgo, de que la política es “mala” y de que solo sirve entre otras cosas para agrandar los bolsillos de quienes la utilizan, se ve incrementada notablemente antes los innumerables casos de corrupción de los gobiernos de Cristina Kirchner, Daniel Scioli y Pablo Bruera en sus respectivos ámbitos nacional , provincial y municipal.

El incremento patrimonial desmesurado de muchos funcionarios en detrimento de las necesidades de la población genera bronca y apatía contra todo, inclusive al mismo sistema democrático.

La imagen de la rentabilidad y profesionalización de todo lo relacionado a los ámbitos partidarios es una realidad que se debe revertir forjando la idea de mejorar las necesidades colectivas, con ideales, ética, solidaridad y compromiso.
También debo decir que la imagen contraria a esta crítica existe, mucha gente se ha acercado a militar en distintas organizaciones desde el compromiso altruista.

Nuestro partido en la última elección, junto con otras fuerzas que compusieron nuestra lista del Frente Progresista, ejemplificó y reivindicó la política. Lo digo sin soberbias ni eufemismos. Reivindicó el trabajo militante, la organización, con sus candidatos caminando a la par del resto, dando la cara a la gente, repartiendo volantes, boletas, colgando sus propios carteles, apostando al esfuerzo colectivo sin contratar ningún tipo de empresa. Dimos cuenta del trabajo institucional de nuestros concejales, sus posiciones ejemplares con coherencia y transparencia sin contradicciones. Mostramos a la ciudadanía una propuesta pensada para vivir mejor.

Nuestra querida ciudad, con las marcas del agua en sus paredes, necesita ejemplos junto con la verdad y la justica.

Próximamente se dará comienzo a las nuevas campañas con vistas a las elecciones de octubre; es necesario un cambio de políticas y actores que dé comienzo a otra forma de hacer las cosas y a revalorizar la política como fundamental instrumento para llevar adelante un proyecto colectivo.

Los travestimos de aquellos que dicen lo que no hacen, aquellos de doble cara, cómplices entre otras cosas de la tragedia que provocaron las inundaciones y la desidia en la gestión, con sus votaciones en el Concejo Deliberante, llámese cristinismo, massismo o denarvaísmo deben ser castigados.

Por eso termino con entusiasmo y convencimiento diciendo que nuestra propuesta con Margarita Stolbizer como diputada nacional, Juan Cocino como diputado provincial y Gastón Crespo como concejal , es sin dudas la expresión del cambio que la población necesita.

Martín Rubio
Presidente Partido GEN – FPCyS