El año pasado, la historia de El Profesor (Álvaro Monte) y sus secuaces terminó cuando se preparaban para atacar el Banco de España en Madrid y de paso liberar a Río (Miguel Herrán). Se agregó al grupo, entre otros, Palermo, un genio ególatra y autoritario encarnado por el argentino Rodrigo de la Serna.

Los nuevos episodios retoman la trama en el mismo punto en el que quedó en julio de 2019. Tokio (Úrsula Corberó), Denver (Jaime Lorente), Helsinki (Darko Peric), Río, Bogotá (Hovik Keuchkerian) y el resto se encargarán de seguir extrayendo el oro de la bóveda del banco al tiempo que encaran un nuevo enemigo dentro de las paredes del edificio: el jefe de seguridad Gandía (José Manuel Poga) ha logrado soltarse y anda armado hasta los dientes y en modo-Rambo acechando en cada pasillo.

Hará explosiones, tiroteos, discusiones, líos e internas entre los asaltantes, para llegar a un final que no es una despedida ya que este año, si la pandemia de coronavirus lo permite, se rodará la parte 5 del show. De hecho, hace dos semanas una de las actrices principales, Itziar Ituño, confirmó que estaba contagiada por Covid-19.

Creada por Álex Pina, “La casa de papel” marcó un antes y un después en las ficciones de España y del universo del streaming. El éxito mundial, que la convirtió en la serie más vista de Netflix en habla no inglesa, generó el reconocimiento global de sus actores.

“Removiendo conciencias”

La serie “no deja de ser entretenimiento, pero la historia tiene un punto irreverente, de resistencia y rebeldía ante cómo son las cosas en este mundo.

Ese mensaje ha calado en mucha gente que siente exactamente lo mismo.

Cuando llega una serie que da un golpe a los intereses económicos poniendo por delante el factor humano, cala muy pronto, también a nivel internacional.

El espectador se ha visto dentro de este cómic que es ‘La casa de papel’, un poco reflejado con su avatar”, reconoció Ituño en una reciente entrevista. La actriz agregó que “’La casa de papel’ es más que una serie al uso, está removiendo conciencias, y eso me hace mucha ilusión”.

Por su parte “Bella Ciao”, una canción partisana antifascista italiana, y que se terminó escuchando en fiestas, en la radio y hasta en las aperturas de los boliches, fue otro de los éxitos que la serie tuvo más allá de Netflix.

Mientras que las máscaras de Salvador Dalí y el enterito rojo que llevan los personajes fueron los más elegidos para reuniones donde se tenían que llevar disfraces y eventos como Halloween. (DIB) MM