“Lo de ayer fue muy penoso, habrá que estar atentos para ver qué pasa a partir del sexto día. Sabemos que el virus está circulando y hubo muchísima exposición”, aseguró a Info BLANCO SOBRE NEGRO, Silvia González Ayala, profesora Titular de la Cátedra de Infectología de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata y Consultora en Infectología en el Hospital de Niños Sor María Ludovica.

“Fueron cientos de miles de personas que estuvieron en la calle sin guardar la distancia persona a persona. Algunos pernoctaron en la calle durante la noche más fría del año. Las consecuencias se empezarán a ver a partir de los seis días”, remarcó la especialsita.

Sobre la evolución de la curva de contagios en el país, la infectóloga advirtió: “No puedo opinar hasta no conocer el número de casos por fecha de inicio de los síntomas. Ese dato no lo tenemos, cuando lo tengamos podremos obtener modelos fehacientes. Ya lo he solicitado personalmente”, y agregó: “Tampoco sabemos cuál es el período entre el momento en que se toma la muestra hasta que se procesa en el laboratorio. Seguramente esto mejorará con la descentralización del diagnóstico”.

En cuanto a la eficacia de la cuarentena, la especialista aseguró que “servirá”, pero consideró que “quizás por lo que sucedió ayer tenga una eficacia menor”.

Por otra parte, González Ayala se refirió a la relación entre la carga viral y la gravedad del cuadro que desarrolla el paciente contagiado. “En todas las enfermedades infecciosas hay una regla. Antes que tuviéramos la vacuna de la varicela, en una casa con cinco niños el que se contagiaba último es el que tuvo mayor dosis inóculo y es el que hará la forma más complicada de enfermedad. Eso sucede en todos los virus de transmisión respiratoria y es lógico que el COVID-19 no escape de ese patrón”, señaló.

Por último, la especialista se refirió a la disyuntiva en torno a los datos que se deben comunicar ante un nuevo caso sin violar la privacidad del enfermo. “La identidad del paciente siempre debe ser preservada. En la entrevista con el paciente se le pregunta con quién estuvo y quiénes fueron sus contactos. Es la autoridad sanitaria la que debe entrevistarlos posteriormente e indicar las medidas”, aseguró.

Y continuó: “La reacción más primitiva de los humanos es el pánico y la discriminación. Como médicos tenemos la obligación de no revelar la identidad pero, al mismo tiempo, tomar todas las medidas para preservar a las personas de una enfermedad tan contagiosa”.

Sobre el protocolo que establece que todo paciente tomado como sospechoso debe permanecer internado, González Ayala señaló: “La norma nacional actualmente sostiene que todo caso sospechoso debe ser internado con el criterio de mantenerlo aislado para evitar que siga contagiando. Pero además está el criterio médico. Una persona con determinado nivel socioeconómico y presenta una forma leve puede ir a su casa. Lo ideal es que cuente con una habitación con baño en suite para cerrar la puerta y quedarse ahí. Si sale debe hacerlo con barbijo”.