Matías Streitenberger pertenece a “Circo varado”, un colectivo de artistas de la capital bonaerense. Este mediodía, poco antes de las 13 horas, circulaba en su auto por la zona de Parque Saavedra y observó que la biblioteca “Del otro lado del árbol” estaba incendiándose.

“Si Matías no hubiese pasado por ahí y en ese momento exacto, no se habría salvado nada” , dijo a este portal Paula Kriscautsky poco después de que los bomberos terminaran de apagar la última llama.

Además, Paula contó a Info BLANCO SORBE NEGRO: “En las inmediaciones de la biblioteca vivía gente en situación de calle. No hay cámaras de seguridad y los controles en torno al predio ya casi no existían. Además, a las chicas que lo mantienen las trasladaron a otra zona para limpiar veredas, y nosotros estamos como todos haciendo cuarentena”.

También aclaró: “No queremos denunciar la falta de acciones punitivas, no es lo que buscamos, pero sí señalar la desidia en relación al cuidado del lugar”, y expresó que “es obvio que en un predio con portones cerrados y sin monitorear, ni luminaria, es propenso a que ocurran este tipo de actos vandálicos”.

“Tenemos un garita de seguridad a unos metros (en 12 y 66) y el personal de vigilancia no ingresa al predio porque tiene orden de no hacerlo, entonces queda todo librado al azar”, detalló Paula.

Y agregó: “Por suerte pasó alguien que conocía la biblioteca, se tiró del auto y empezó a apagar el fuego con baldes de agua que tomaba de una canilla que hay cerca. Si hubiese llegado diez minutos después no habría quedado nada. Imaginate, acá casi todo inflamable”.

“Lo más valioso que tenemos son los libros, y es lo que menos se perdió. Se habrán quemado unos 200 ejemplares sobre un total de 18 mil. Quedaron, sí, muy arruinadas las paredes de durlock, artefactos, ventanas y puertas. Además, como cualquier inmueble incendiado quedó todo tiznado, por eso ahora estamos planificando cómo volver a pintar”, contó Paula.

Cómo ayudar

“Ahora pedimos que nos banquen para poder organizarnos para las tareas que tenemos por delante. No queremos que la gente done cosas que no le hacen falta a ‘la biblio’. En la semana vamos a hacer una lista para difundir en las redes sociales, donde queremos detallar qué es específicamente lo que necesitamos: o sea, tanta puntura, tanto durlock y qué otros elementos”, explicó la entrevistada.

Lo inesperado

Según pudo averiguar Info BLANCO SORBE NEGRO, mientras ardía la biblioteca y se sumaba más gente para apagar el fuego, reaparecieron en el lugar un hombre y una mujer que dormían allí junto a otro hombre en situación de calle.

Volvían como si nada hubiese ocurrido a buscar sus cosas. El otro varón que usaba el predio para guardar sus bagallos y pasar las noches,al parecer había discutido con la pareja y les habría prendido fuego sus colchones. Así habría comenzado el incendio.

Es un método común entre la gente en situación de calle y se explica por la extrema situación de vulnerabilidad y miseria: el daño mayor contra la propiedad que se puede hacer en ese contexto es quemar un colchón, lo más valioso que tienen.