“Por las cosas que me tocó vivir realmente he perdido mi capacidad de asombro. Lo que más sorprende es que hayan utilizado el espionaje para cuestiones privadas como el caso de la hermana del presidente”, aseguró el juez en lo Contencioso y Administrativo N°1 de La Plata que días atrás pasó de ser un magistrado destituido a uno suspendido.

“El espionaje político siempre existió pero en el macrismo fue una metodología de gobierno tanto en la Nación como en la Provincia de Buenos Aires. Lo utilizaron como una verdadera herramienta política”, remarcó Luis Arias.

Por ahora se tramitan al menos cuatro causas en las que se investiga espionaje político por parte del gobierno anterior. Una de ellas está radicada en La Plata y tiene como acusados a funcionarios de María Eugenia Vidal.

Otros dos expedientes son tramitados en Lomas de Zamora, e involucran tanto al gobierno nacional como el provincial. Y la cuarta causa está radicada en Comodoro Py.

Por otra parte, este martes se sumó una denuncia contra el procurador General de la Provincia, Julio Conte Grand. El fiscal general de Lomas de Zamora, Enrique Ferrari, lo acusó de haber controlado una “unidad especial” que era utilizada para “perseguir a políticos, sindicalistas, magistrados y funcionarios”, entre otros.

En el escrito se apunta al fiscal General Adjunto de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera, el fiscal Pablo Rossi y sus secretarios por haber cometido delitos de espionaje a través de la Unidad de Coordinación de Delitos Complejos y Crimen Organizado.

“El espionaje tenía que ver fundamentalmente con doblegar la voluntad de los espiados. Eventualmente si encontraban alguna cuestión grave lo exponían públicamente con fines políticos. La finalidad siempre fue la persecución”, aseguró Arias.

Sobre el procurador general, el magistrado suspendido señaló: “Los únicos que pueden acusar a un juez son la comisión bicameral de enjuiciamiento, la Corte Suprema y el Procurador de la Corte. En mi caso, el único que acusó fue Julio Conte Grand pero cada vez que me lo cruzaba me pedía perdón. No sé si era para mantener una fachada o era que estaba cumpliendo órdenes”.

“A mí me destituyeron por el contenido de mis sentencias, algo que está prohibido. Conte Grand era plenamente consciente de eso. La gravedad de mi caso radica en haber perseguido a un juez por el contenido de sus decisiones jurisdiccionales, violando el principio de independencia que es fundamental en todo el mundo occidental”, remarcó.

Consultado sobre si cree que fue víctima de espionaje, Arias comentó: “Yo tenía muchos problemas de conexión telefónica y en internet. Muchas veces escuchaba ecos como si hubiese una interferencia, pero no podría afirmar que me escuchaban. He solicitado a la AFI que me informe si fui objeto de esa práctica ilegal”.

“Las huellas que dejaron tienen que ver con un fuerte sentido de impunidad, ellos pensaban que eran inalcanzables. Por suerte tenemos un gobierno que se comprometió a acabar con esta problemática del espionaje. Creo que Macri tiene cierta paranoia porque todo el tiempo teme que muestren lo que realmente es”, concluyó.