Hoy por la mañana, una gran cantidad de estudiantes, egresados, docentes, no docentes y funcionarios compartieron un encuentro en la ex facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, donde se oficializó la próxima demolición de más de 2.500 metros cuadrados para la construcción del Pasaje del Bicentenario.

Entre los asistentes estaban el Intendente de ciudad, Pablo Buera; el Intendente de Ensenada, Mario Secco, diputados y concejales de distintas fuerzas; y la Madre de Plaza de Mayo de La Plata Adelina Alaye.

El acto, encabezado por el presidente de la UNLP Fernando Tauber, contó con la presencia del músico Joaquín Molejón, que interpretó canciones de Atahualpa Yupanqui y Charly García, entre otros.

Después de la actuación, Tauber se refirió específicamente a las razones de la demolición y a la historia del edificio de las Tres Facultades. Contó que el edificio “comenzó a construirse a fines del 69, hace 45 años, y desde ese año hasta el 82 cuando se inauguró oficialmente, fuimos viendo cómo iba avanzando sobre el Rectorado”.

Tauber se refirió al avasallamiento del edificio rectoral, “símbolo de nuestra Universidad reformista, democrática”, que el Edificio de las Tres Facultades atropelló hasta el punto de superponerse con él. “Eso anunciaba la demolición del edificio del Rectorado, del símbolo democrático avasallado por el pensamiento extremo y totalitario del gobierno militar”, recordó.

Por eso, la obra que comenzó hoy no es una obra común: se demolerán más de 2.500 metros cuadrados de la Facultad, que planea transformarse en un Centro de Convenciones y Posgrado, además de dejar lugar al tan ansiado Pasaje del Bicentenario.

“Desde el inicio de la democracia, todos los platenses y habitantes de la Región estamos soportando, cada vez que pasamos por calle 7, ese avasallamiento y ese empuje, ese acto de autoritarismo que este edificio ejercía”, afirmó Tauber. Y aseguró que con la obra, “la tensión y el oscurantismo se contrastarán con el diálogo”.

Emocionado y con la voz casi quebrada, el máximo funcionario de la UNLP aseguró: “Vamos a conocer la cuarta fachada del Rectorado después de 35 años, la vamos a restaurar. Este edificio en vez de agredirlo, va a convivir. Vamos a recuperar un poquito de nuestra dignidad perdida, y eso es lo que nos emociona”.

Minutos antes de formalizar la demolición con una masa y sus propias manos, Tauber evocó a la Universidad en la década de los 70, y a los alumnos que en ese momento estudiaban “cuando los milicos venían y nos encerraban en el patio del Rectorado”. Ratificó que esta obra está estrictamente ligada a la Memoria, la Verdad y la Justicia, y aseguró que “es por nuestros 766 desaparecidos, por los que están en el monolito: esta obra es un ramo de flores ofrendada a esos compañeros”.

En una de las paredes de la construcción, Adelina Alaye y Fernando Tauber marcaron un antes y un después. Con una masa y mucha determinación, hundieron los ladrillos que recordaban tiempos oscuros, y que próximamente darán lugar a un pasaje público, luminoso y con nuevos aires de Democracia.

Por Mariana Sidoti
@MarianaSidoti