Los autos que vienen desde Capital a gran velocidad esquivan a los animales (una locura en la que ronda la fatalidad), a la vista de personal de la empresa AUBASA, a cargo del denarvaísta Gonzalo Atanasof. .

Es estatal, bonaerense, y fue recientemente creada tras rescindir el contrato que tenía la inolvidable (por lo parasitaria) firma COVIARES.

Esta flamante empresa, tiene como titular a un dirigente platense que cuenta con una importante base territorial en la zona del ex barrio “La Laguna”, donde hoy se levanta el complejo de viviendas que se observa a la derecha viniendo de Capital y llegando a la región.

Gonzalo Atanasof, a quien nos referimos, tiene a su cargo, entre otras cosas, la seguridad de la autovía. Su pase al sciolismo lo entusiasmó tanto que ningún otro cartel que no sea naranja y con la leyenda “Scioli 2015” puede leerse en la bajada de la autopista, una vía que debería cuidar como si fuera su propia casa.

*En la semana observamos que día tras día se repetía la misma escena: empleados de AUBASA (nombre que lleva la empresa controlada por la Provincia, presidida por Atanasof, y que administra la autopista) hacen sus tareas indiferentes a la grave presencia de gran cantidad de caballos que pastan por la zona, sin controles, sueltos o atados en la banquina, sin cuidadores, y caminando entre los autos.

UN CUADRO QUE NO SÓLO DESCRIBE LA DESIDIA Y LA INSEGURIDAD, SINO TAMBIÉN UNA ESCENA COTIDIANA, HABITUAL, “LEGALIZADA” POR LA INDIFERENCIA INCUESTIONABLEMENTE CÓMPLICE DE LAS AUTORIDADES DE “AUBASA”, Y DE ATANASOF.

Desde el jueves estamos intentando que alguien de la empresa dé alguna respuesta, pero, por lo que se percibe, es más simple hablar con algún líder mundial que con un funcionario público de ese rango.

El viernes tomamos nuevas imágenes de los caballos. Esa vez, la situación era peor: para desplazar a los animales unos metros más lejos de los “rulos” que forman por la subida y la bajada, los animales fueron atados sobre la diagonal 74, escondidos, o tapados, por el puente que forma la continuación de la autopista.

Los automovilistas pedían a nuestros cronistas que sacaran más fotos, y se quejaban de “estar cansados de que nadie haga nada y la situación esté cada vez peor”.

Para colmo, uno de los caballos daba muestras evidentes de estar asustado, tal como puede observarse en la imagen que está en la galería que acompaña esta nota.

Estaba atado a un “palenque” enclavado a un metro de la ruta que termina en Punta Lara yendo desde La Plata y atraviesa la bajada.

Al observar que tomábamos imágenes, dos muchachos corrieron rápidamente desde los monoblocks en dirección a los cronistas de INFOBLANCOSOBRENEGRO.

No querían impedir que tomáramos imágenes, ni amedrentarnos, sino esconder los animales y regresarlos hacia las viviendas mencionadas, que conforman el complejo habitacional lindero a la autovía.

“¿De quién son estos caballos?” le preguntamos a uno de los muchachos. “De un señor que vive allá, en los monoblocks”, respondieron. “¿Y le permiten tener a tantos animales sueltos junto a la ruta?”, consultamos.

El pibe ya no quiso hablar: tomó las riendas del caballo marrón que aparece en las fotos, y comenzó a retirarlo de la zona.

“No”, aclaró con firmeza. “Son de un tipo que conoce a los políticos”, respondió, señalando hacia lo lejos, en dirección al barrio que mencionamos, y se llevó al animal. Luego volvió por algunos más. A otros los dejó atados a unos cien metros en dirección a Punta Lara, pero más alejados de la banquina. En fin, hizo lo que AUBASA le debería haber reclamado a él o al puntero que le paga.

Fuimos a los monoblocks a preguntarle a los vecinos. Todos se cuidaron , ninguno quiso hablar. Eso sí: los consultados coincidieron que que “la zona está manejada por gente de Gonzalo Atanasof”. Casualmente, o para nada casualmente, el jefe de AUBASA y administrador de la autopista, y por ende, responsable por la seguridad.

Es, justo, el funcionario que se debería encargar de que esos caballos no estén ahí. intentamos entrevistar a Atanasof o a alguien allegado a él. Imposible.

Los agentes de policía que hacen guardia en la rotonda de 120 y 32, nuevamente consultados, explicaron que no pueden retirar los caballos por “órdenes superiores”, pero dijeron lo suyo.

“¿Ustedes son conscientes de que un accidente, en estas condiciones es sólo cuestión de tiempo”, le preguntamos al agente que nos atendió. “Por supuesto, por eso les estoy contando esto, para que por lo menos tome estado público y hagan algo".

Y agregó: “Si un auto choca contra un caballo, el cuerpo del animal se mete por el parabrisas en el 90 por ciento de los casos. Que después no digan que la culpa la tenemos nosotros”.

He ahí otro caso grave de inseguridad. No está en juego una cartera, es mucho más grave: corren riesgo vidas humanas, y la integridad de los animales. Nadie contesta desde AUBASA, ni nadie hace nada. Ojalá que la próxima crónica no sea para informar un hecho fatal. Si ello ocurre (Dios quiera que no), ojalá sirva esta crónica como antecedente.