La inauguración se realizará tras la decisión de mudar la estatua de Colón, ubicada en la plaza homónima, detrás de la Casa Rosada, medida que provocó un litigio con el gobierno porteño y cierto malestar en sectores de la comunidad italiana.

La presidenta había ordenado hace un año modificar la decoración y renombrar el Salón que homenajeaba al marino genovés, recordado por “descubrir” América en 1492, abriendo las puertas a un gran genocidio de los pueblos originarios.

Ya trascendió que las paredes del salón fueron pintadas de color “borravino intenso” y habrá obras plásticas (de autor no revelado) junto a una mesa de gran tamaño en el centro. El pasillo que sirve de ingreso estará íntegramente cubierto de espejos, según adelantaron fuentes oficiales.

El de los Pueblos Originarios será el duodécimo salón de la Casa Rosada, junto con el Blanco, el Sur y el Norte, el de Mujeres del Bicentenario, y los que se crearon bajo la gestión de Cristina: Eva Perón, Científicos, Patriotas Latinoamericanos, de los Pintores, Martín Fierro, y la Galería de los Ídolos Populares.

El Salón de los Pueblos Originarios tendrá vista a la Plaza Colón, donde la Presidenta tiene previsto colocar una escultura de Juana Azurduy, referente de la emancipación latinoamericana.