La cruz llegó en enero a Río Gallegos para comenzar a recorrer toda Argentina. A mediados del 2015 visitará la arquidiócesis de Córdoba, donde concluirá su itinerario.

“El objetivo es que la cruz se convierta en el signo de un proceso de revitalización de la pastoral de juventud argentina”, habían adelantado Nicolás Marín y Lorena Chagas, coordinadores nacionales de la Pastoral de Juventud de la Conferencia Episcopal Argentina.

“Quisimos que el itinerario de la cruz bendecida por el papa llegada del fin del mundo, empezara su recorrido por la diócesis más austral del país”, explicó Marín y aseguró que la cruz estará 7 días en cada una de las diócesis, con lo que completará un año y medio de recorrido por todas las provincias.

El objetivo de quienes organizan este viaje por todo el país es que la cruz esté presente en lugares de dolor, como villas, hospitales y cárceles; y busca “generar desde los jóvenes un gran movimiento, dentro y fuera de la Iglesia que, a partir del encuentro personal con Cristo, suscite procesos de conversión personal, social y eclesial, revitalice la pastoral juvenil y la ponga en estado de misión”.