Carlos Mugica nació en 1930 en el seno de una familia conservadora y terrateniente. Su padre, Adolfo Mugica, había sido el fundador del Partido Conservador en Argentina y su madre, Carmen Echagüe, era hija de terratenientes muy adinerados.

Mugica incursionó, como todo hijo de buena familia, en el mundo universitario y el Derecho, pero después de algunos años abandonó y decidió ingresar en el Seminario Metropolitano.

Mientras ejercía su rol de docente en Teología y asesoraba jóvenes universitarios, comenzó a despegarse de sus raíces y a trabajar en la asistencia de familias pobres. Así, conociendo el verdadero núcleo del peronismo (los peronistas) se acercó cada vez más al movimiento, se interesó en el Che Guevara y su militancia comenzó a profundizarse también dentro del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo.

En contraposición con muchos curas de aquella época, Mugica nunca estuvo a favor del uso de las armas para la revolución. Habiendo sufrido la dictadura de Onganía, en 1973 publicó el libro “Peronismo y Cristianismo”, donde ejemplificó la lucha que debieran dar los curas en un contexto cada vez más violento y represivo.

Mucho antes del golpe de 1976, su compañera Lucía Cullen fue desaparecida y, luego del regreso de Perón, su distanciamiento con la cúpula de Montoneros se hizo cada vez más fuerte. Luego de la muerte de Fernando Abal Medina y Carlos Ramus, Mugica hizo una misa en sus nombres pero advirtió: “Como dice la Biblia, hay que dejar las armas para empuñar los arados”.

Su marcada opción por los pobres, su profunda militancia social y su independencia política hicieron que Mugica recibiera críticas de muchos sectores, también amenazas e intentos de homicidio. Finalmente, el 11 de mayo de 1974 fue emboscado y asesinado en Villa Luro cuando salía de dar misa. Fue trasladado a un hospital, pero falleció en minutos.

Con su muerte se desató una campaña mediática lopezreguista que postulaba el asesinato como obra de Montoneros, por sus diferencias políticas. Ellos respondieron con un comunicado en el que reconocían esas diferencias pero negaban esa acusación, y apuntaban contra las bandas armadas de derecha.

Según el militante y escritor Miguel Bonasso, al enterarse de la muerte de Mugica el dirigente peronista Arturo Sampay le había asegurado: “el asesinato del padre Mugica es la respuesta de Perón al retiro de ustedes en la Plaza. Es una operación maquiavélica, destinada a que los militantes de la Tendencia se maten entre sí. Demasiado inteligente para que se le haya ocurrido al animal de López Rega”.

En su vertiginosa militancia social, Mugica había repuntado su visión del peronismo. “Para la oligarquía era el desastre, la hora de los «negros». Pero para mis queridos cabecitas el peronismo fue, es y será, si continúa fiel a sus esencias y desarrolla su entraña revolucionaria, el movimiento de redención social más formidable que ha conocido nuestra Patria”.

ACTIVIDADES

Este domingo 11 en la C.A.B.A. habrá una concentración a las 10 en la plaza de Retiro y se marchará hasta la parroquia Cristo Obrero. A las 11 se realizará una misa, a las 12 un festival popular y a las 20 una celebración en la plaza del ex hospital Salaberri. Luego habrá una procesión hasta la iglesia San Francisco Solano, donde Mugica fue asesinado, y a las 21 se celebrará otra misa.

Por su parte, luego de su proyección en la Biblioteca Nacional, el vicegobernador Gabriel Mariotto presentará el documental “Carlos Mugica” en el Centro Cultural “Padre Mugica” (50 entre 13 y 14).

Entrevista a Mugica: http://www.elhistoriador.com.ar/articulos/vuelta_de_peron/el_padre_mugica_cuenta_su_historia.php

Aquí algunos fragmentos del documental “Padre Mugica”: