Tras la oleada de críticas del oficialismo, que incluyeron a la presidenta Cristina Fernández, el presidente del Episcopado, José María Arancedo, insistió en lo expuesto en el documento de la Iglesia sobre inseguridad. Y reafirmó que “nadie puede negar que hay violencia en la Argentina”.

Luego que la Conferencia Episcopal diera a conocer un documento en el que diagnostica que la Argentina “está enferma de violencia”, el arzobispo de Santa Fe aseguró que el análisis “no es un ataque al Gobierno”. Y aclaró que "la Iglesia no es opositora ni oficialista”.

En tanto, tras las declaraciones de mandataria, quien sostuvo que los que dicen que “hoy la Argentina es violenta” quieren reeditar “viejos enfrentamientos” vividos por el país en el pasado, Arancedo sostuvo que “las comparaciones son difíciles”.

“Los obispos provienen de todos los rincones de la Argentina y el problema está presente en todo el país. Uno puede pensar que no es tan grave como aquello. Pero es grave”, sentenció en una entrevista que publicó hoy el diario La Nación. Y sostuvo que “al comparar, uno corre el peligro de no ver lo que hoy tenemos que ver” y pidió “hacer un intento para convivir en lo diverso”.

Consultado sobre cómo llegó la Iglesia al triste diagnóstico sobre nuestro país, Arancedo respondió que “al plantear los obispos las realidades sociales que están viviendo, surgió la preocupación por la violencia” a la que definió como “una enfermedad que se manifiesta de diversas maneras y debemos erradicar”.

El presidente del Episcopado indicó que entiende que la dirigencia política es consciente de la grave situación de inseguridad y violencia ya que, afirmó, “nadie puede negar que hay violencia”, pero consideró que “lo malo es cuando se da un matiz político a los diagnósticos”.

“El único ‘rival’ a vencer es la exclusión social grave”, advirtió el equipo de Sacerdotes para las Villas de Emergencia, al conmemorarse los 40 años del asesinato del Padre Mugica. Además, indicaron que la pobreza en las villas “hipoteca el futuro de los niños y adolescentes, dejándolos a merced de los hijos de las tinieblas”.