Partiendo de la base que los PF operan con protección de las grandes economías es evidente que una propuesta como la mencionada solo pudo generarse desde la defensa del interés de los países en vías de desarrollo.

Bueno, lo que parece obvio ha dejado de serlo en el marco de la crisis por la que está atravesando el mundo. Entre otras, las expresiones entre comillas están contenidas en declaraciones y en un proyecto de ley presentado en el Senado de los Estados Unidos en febrero del 2007.

“Refiriéndose a investigaciones que determinan una evasión solo fuera de los Estados Unidos de 100.000 Millones de dólares anuales que le son sacados a su Tesoro a expensas de familias americanas honestas que pagan su justa parte, los Senadores: Levin (Demócrata-Michigan), Coleman (Republicano-Minnesota) y Barak Obama (Demócrata-Illinois), propusieron una legislación para detener los PF”.

No hay dudas que desde el 2007 la situación fue agravándose en desmedro no solo de las economías de los países en vías de desarrollo sino fundamentalmente de las propias economías centrales, donde están pagando la crisis con la caída de la actividad económica y la consecuente deslegitimación de sus gobiernos, cuestionados por masivas y en general violentas manifestaciones.

Argentina en el seno del G20 y demás organismos multinacionales debe insistir en el debate a nivel global. Contamos con la legitimidad que significa llevar adelante una lucha contra este perverso esquema financiero que paradojicamente socava los principios básicos del propio sistema capitalista.

Quienes miran la realidad a través del cristal del primer mundo, tienen la tranquilidad que nos bastará alzar nuestra voz repitiendo los mismos argumentos del ex Senador Barack Obama, hoy Presidente de los Estados Unidos.