Una protesta docente rodeó el hotel donde se aloja la selección brasileña en un marco de crecientes protestas que buscan complicar la realización del Mundial. Esta situación, motivó que la presidenta Dilma Rousseff resolviera que las Fuerzas Armadas asuman la responsabilidad de custodiar aeropuertos y hospedajes de seleccionados, además de ocupar las favelas de Río de Janeiro Recomiendo.

Por orden de la primer mandataria, se realizó una reunión entre el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, el coordinador de acciones de defensa del Mundial, José Carlos De Nari, y otros funcionarios en la que se acordó que el Ejército estuviera presente en las 12 ciudades sede y en los 15 estados que albergan los centros de entrenamientos de las selecciones extranjeras.

La custodia también llegará a los representantes de gobiernos extranjeros y a los miembros de la FIFA.

El martes pasado, en Brasilia se manifestaron indígenas armados con arcos y flechas que se enfrentaron con la policía durante una marcha contra el Mundial. Esto ocasionó que se cancelase una ceremonia para inaugurar la exhibición del trofeo de la Copa.

La primera prueba de este nuevo esquema de seguridad se realiza en Vitória donde se encuentra entrenando la selección de Australia y a la que próximamente llegará el conjunto de Camerún.

Un total de 120 militares están distribuidos en puntos estratégicos de la ciudad y otros 24 han llevado a cabo trabajos de prevención de atentados terroristas en el aeropuerto y en los hoteles de concentración, según informa el diario O Globo.