La madrugada del pasado sábado, 12 compañeras trans estuvieron en la comisaría novena de la Plata. Habían sido víctima de los “fiolos” y de la violencia policial. Una trama compleja que sostiene coimas, extorsión y robos.

Los “fiolos” son quienes de forma recurrente les cobran la parada a las trans que se encuentran en estado de prostitución: si no pagan, las golpean y les roban las carteras. En esa misma línea denuncian que personal policial cobra coimas, extorsiona y se queda con lo recaudado bajo la escusa de que lo obtenido es por la venta de drogas.

El problema se suscitó cuando la policía no les tomaba la denuncia. Las chicas habían hecho detener a uno de los que les cobra la parada y los efectivos no tomaban en cuenta su reclamo. De estas personas nunca se habla cuando se criminaliza desde los medios de comunicación a las personas trans.

Daniela, fue quien llamó a la policía para alertar que un grupo de 5 personas masculinas agredían con piedras, botellas y palos a sus compañeras que se encontraban “trabajando” en la esquina de diagonal 74 esquina 4.

Al llegar la policía lo primero que le hacieron es ponerla frente la pared y requisarla. Es aquí cuando el discurso de las personas trans es nulo, no valido. Las víctimas, se convierten en victimarias. Karen reta al policía Jorge Torres, le dice: “Nosotras somos las víctimas, no las victimarias, deja de violentarla, no la desvistas en la vía pública”.

Me suena el teléfono, del otro lado escucho la voz de Alexa, me dice: “Claudia, estamos en la novena, por favor vení urgente, no nos quieren tomar la denuncia, hicimos que detengan a uno de los que nos piden siempre dinero, pero no nos dan bola”.

Manoteo un tapado y el bolso, mi madre se queda preocupada en casa, lo único que alcanzo escuchar es “pobres chicas, tené cuidado, llamame cualquier cosa”.

Salgo corriendo, la calles vacías, no pasa ningún auto. Camino hasta la estación de trenes, me subo al primer taxi de la parada, le digo al conductor llevame a 5 y 59. Mi teléfono vuelve a sonar 4 veces más, sólo respondo una, ya estoy en camino, digo.

Del otro lado, allá, escucho. Mientras tanto llamo a 4 personas más, las encargadas de tener el teléfono abierto por cualquier eventualidad. Un circuito rudimentario organizado por las integrantes de nuestra asociación civil OTRANS La Plata, para operar en caso de emergencia y urgencia.

Llego a la comisaria novena, todas sentadas en dos bancas enfrentadas una de la otra. Algunas con los pelos revueltos y otras sin zapatos. Me ven y quieren hablar todas en coro, escucho en simultaneó decir ahí está “El chato”, les pido que lo hagan de a una.

Adriana dice dejen que cuente todo solo Erika. Comienza a relatarme lo sucedido, me lleva a la oficia para mostrarme quien era “El Chato”.

Me cruzo a un efectivo, pido hablar con el oficial encargado de la comisaria, se dirige a una oficina y sale un policía joven, alto, de contextura delgada, cabello oscuro, muy atento. Le pregunto su nombre, me responde Federico Plaza. Le pido que tomen la denuncia, me responde que tenemos que esperar, estaban con otro caso. Le dije las 12 van a denunciar “extorsión” y “robo”. Me responde “Sí, espere”.

Incumplimiento de la ley de identidad de género 26743 articulo 12: trato digno

Al terminar la primera exposición de Karen Córdova, leemos antes de que firme. Por un lado no respetaba su identidad de género, porque ellos sustentan que al no haber hecho el cambio registral en el DNI, no tienen ese derecho. Por el otro en la redacción decía: “estos sujetos travestidos”.

Al oficial Jorge Torres, quien redacto la denuncia le pregunto ¿vos conoces la ley de identidad de género? El articulo 12 habla de trato digno, ahí explicita el respeto de la identidad de género aun no habiendo hecho el cambio de nombre de pila en el DNI.

Por otro lado le digo: “Me explicás qué significa “sujetos travestidos”, conceptualizámelo. Si no cambias lo que te señalo, te voy a hacer una denuncia”. Se miran las caras entre ellos, hay silencio, enseguida llaman al jefe de turno. Que al parecer estaba durmiendo".

Entra a la oficina un policía joven que manifiesta conocer la ley y que no iba a cumplir lo que señalan las normas. Me quiere dar explicaciones sobre el contenido de la ley y su aplicación Le respondo “No tenés nada que explicarme, conozco bien esa ley, fui parte de su creación”.

Insisto: “¿Vas a respetar la identidad de genero de las compañeras?”. “No”, responde con autoridad. Tomo el celular y llamo por teléfono al comisario inspector, Jefe departamental de La Plata. Darío Marcelo Camerini, para manifestarle lo sucedido. Me respondió: “Tienen que hacer la denuncia respetando la ley de identidad de género, no te preocupes, ya me comunico con ellos”.

Ni bien terminé de hablar, el mismo que no quería tomar la denuncia respetando lo antes expuesto, me dijo: “Se la van tomar como quiere”. Respondí: “No es como quiero, ustedes se tienen que ajustar a la normativa”.

Después de casi tres horas empiezan a tomar las exposiciones. Siete se fueron cansadas por la espera, el sueño y el agotamiento se manifestaban en sus rostros. Karen arengaba: “No nos vayamos chicas, no nos quieren atender y tardan para cansarnos e irnos, de acá no nos vamos”. Solo denunciaron Erika, Natalia Thalia, Alexa y Karen.

Estuve con ellas desde las 4 de la madrugada, hasta las 10, momento en que término la exposición de Natalia, la última en declarar.

Policias denunciados

En el operativo había intervenido un efectivo que pertenece al comando, a quien las chicas le llaman “El Chato” Jorge Torres. Este policía viene siendo denunciado desde el 2013 por coimas, extorsión y amenazas, en reiteradas oportunidades, en la Asociación civil OTRANS, en la Fiscalía Nª 1 a cargo de Ana María Medina, y en la Secretaria de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires.

Miguel Orellana es otro de los policías denunciados, quien seria miembro de la DDI, de Ensenada (área de estupefacientes). Una de las denunciantes sostiene: “Cuando somos detenidas nos llevan al centro operativo, que es la comisaría novena. Nos sacan nuestras pertenencias, el dinero que hemos laburado con el cuerpo y nunca nos devuelven. Nos obligan a desnudarnos delante de personal masculino en la calle y dentro de la dependencia. Nos dicen: “Puja, puja”, luego ese mismo personal policial nos mete el dedo en el ano y a la hora nos echan”. Sostiene que esta práctica es recurrente.

En esta misma línea Nicolás Carvalho, Sub Secretario de Derechos Humanos de la Provincia, en una reunión con las integrantes de la Asociación Civil OTRANS, ante el caudal de acusaciones por violencia policial, se había comprometido a ser el interlocutor con Asuntos Internos para que las denuncias, no solo tengan el acompañamiento de la institución , sino que seguirían el expediente y harían un pedido de informes.

Seguimos articulando con distintas organizaciones e instituciones del Estado, para pedir el cese de la violación a los derechos humanos del colectivo trans platense por parte de la policía provincial.

Como también se dé respuesta a este problema concreto de los efectivos antes mencionados por el incumplimiento de sus deberes como funcionarios públicos. Nos hace falta una política de seguridad, que no vulnere los derechos a los sectores más desprotegidos de nuestra sociedad civil. Queremos una policía formada y capacitada para que de un trato digno en igualdad de oportunidades y que respete la ley de identidad de género.

Esta experiencia límite, nos permite analizar todo el proceso que se viene dando en La Plata, ver cómo las compañeras se animan a hablar, a denunciar, esto trae aparejado sus costos. Pero al mismo tiempo la trascendencia implica el mismo acto de libertad, y romper el silencio da cuenta que no soportan más la violencia y los malos tratos.