“Fueron convocadas 11 universidades nacionales públicas y otras 20 instituciones académicas para participar de la elaboración de un sistema federal de medición de audiencias que ya está instalándose en el Gran Buenos Aires”, anunció la mandataria durante un acto en la Casa Rosada.

La presidenta informó que la primera etapa de la puesta en marcha ya concluyó, con la medición de 870 hogares en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Estas mediciones se irán extendiendo hasta cubrir todo el territorio nacional, para poder medir audiencias “con precisión científica y no con el telefonito que nadie sabe” con qué criterio se aplica.

“A mí nunca me llamaron, en mi vida me llamaron para ver qué estaba mirando. Será tal vez porque adivinaban o se fijaban en la guía, no se como hacen, qué estaba o qué no estaba mirando. Pero tampoco conozco mucha gente que la hayan llamado”, indicó Cristina con una fuerte crítica explícita hacia la medidora privada Ibope.

Agregó que este “va a ser un sistema transparente, de calidad internacional, auditable tanto por lo publico como lo privado para que todos tengan garantías: los empresarios primero, para saber que donde pongan la plata realmente el segundo lo están cobrando adecuadamente y no lo están estafando. Y todos los argentinos para conocernos un poco más y conocer cuáles son nuestras preferencias”.

“Hasta ahora sólo se mide lo que la audiencia mira en la Ciudad o en el conurbano. El Sifema se pregunta qué estamos mirando los 40 millones de argentinos. Queremos una organización no gubernamental que observe desde la Quiaca hasta Tierra del Fuego”, sentenció Cristina.

Además, en la misma ocasión se difundió un decreto por el cual se modifican los subsidios a la producción de películas y se “regularizan las deudas” que mantenían las productoras pequeñas y medianas con la AFIP a cambio de servicios para el Estado.

La medida incluirá a las empresas que tengan “hasta 100 millones de pesos” de deuda, y con ella “se les va a permitir a agencias o productoras de contenidos audiovisuales regularizar su situación fiscal mediante el intercambio de servicios, ya que en lugar de dar dinero dan servicios al Estado nacional a través de publicidad en sus medios u otros servicios”.

Dentro del paquete de medidas a nivel audiovisual, la presidenta anunció que enviará al Congreso un proyecto de modificación del IVA para medios gráficos: aquellos los medios con una facturación anual de hasta 63 millones de pesos deberán pagar una alícuota del 2,5 por ciento; aquellos que facturan entre 63 y 126 millones de pesos, una alícuota del 5 por ciento, y los que facturen más de 126 millones seguirán pagando la actual alícuota de 10,5 por ciento.

“El objetivo es ayudar a que las pequeñas empresas puedan subsistir. Porque no sólo a partir de una ley se garantiza la pluralidad y diversidad, sino ayudando a que los más pequeños puedan competir, para lo cual tienen que tener diferenciaciones impositivas que les permitan hacer frente a los grandes medios concentrados monopólicos que controlan gran parte de la publicidad”, explicó la mandataria.

“Se habla mucho de la publicidad oficial, pero el año pasado lo que las empresas privadas gastaron fue 30 mil millones de pesos, que fueron a parar a las arcas de los grandes medios concentrados”, criticó.