Con gestos de unidad, la diputada Elisa Carrió y el senador Ernesto Sanz desayunaron juntos ayer, en lo que fue la última jornada de la legisladora en Mendoza.

Dispuesta a oficiar de conciliadora y garante de la unidad del Frente Amplio UNEN, como había dicho el viernes, hasta aquí llegó Lilita este fin de semana, en donde se reunió con dos de los cuatro candidatos a presidente de su sector: los mendocinos y radicales Julio Cobos y Sanz.

Con ambos estuvo, aunque las intenciones de lograr la unidad no alcanzaron y los encuentros fueron por separado debido a cuestiones de “agenda” de los postulantes.

Ayer a la mañana fue el turno del senador, quien se mostró como anfitrión e invitó a Carrió a almorzar en San Rafael, aunque esto último no sucedió al final.

Pero lo cierto es que, invirtiendo los roles, en realidad fue Carrió quien esperó en la provincia a Sanz, que por motivos de campaña llegó ayer a la madrugada desde Salta.

Ambos estuvieron juntos en el hotel Diplomatic en un desayuno con periodistas y se hicieron chistes, siguiendo el estilo que impone la diputada.

La demora de Sanz, según las explicaciones, fue lo que le imposibilitó estar en la foto que protagonizaron el viernes a la noche Carrió y Cobos.

Con esta explicación dada, Sanz negó toda diferencia con su coprovinciano y limitó los desencuentros a problemas de agenda, justificación que se da a menudo ya que los dos mendocinos no coinciden en muchos actos.

Además, el senador dijo estar vigente en la carrera hacia la Presidencia y que llegará hasta el final, aunque reconoció que todavía tiene el desafío de hacerse más conocido.

“No tenemos diferencias. Yo veo que por ahí se buscan donde no las hay. Tenemos una relación muy madura y esto que estamos haciendo ahora lo acordamos y quedamos de acuerdo en acompañar a Lilita ayer él y hoy yo”, justificó Sanz, e inmediatamente Carrió interrumpió: “Si no, hubieran estado los dos”, dijo rozando la broma y guiñando el ojo.

Y es que la máxima que impera en UNEN es la unidad, principio que salva las diferencias que también Carrió tuvo con los radicales no hace mucho.

“Estamos juntos pero no rejuntados. No hay acuerdos de cúpula, sino que pueden presentarse distintas listas que las elegirá el pueblo”, señaló la legisladora por la Ciudad de Buenos Aires en referencia a las PASO. “Hay larga historia de desencuentros, que no quita que no seamos hermanos”, dijo reforzando la idea.

Por su lado, Sanz también habló de su candidatura a presidente y del posicionamiento lejano que tiene, según las encuestas, respecto a Cobos, Hermes Binner y Fernando “Pino” Solanas, los otros precandidatos dentro del frente.

“Hace un año que estoy trabajando en mi candidatura y estoy en carrera. Estoy trabajando en todo el país y lo hago en el marco de construcción de UNEN, que para cada uno de nosotros significa un protagonismo personal. En la medida que vamos creciendo en conjunto significa que crecemos individualmente”, defendió.

“La encuesta más importante es la de agosto”, apuntó Carrió en referencia a las primarias de 2015 y señaló acerca de Sanz: “Yo tengo un altísimo nivel de conocimiento, en cambio Ernesto necesita hacerse más conocido en la Nación porque es un senador de provincia. Es muy difícil establecer el conocimiento general, en cambio yo tengo más años de protagonismo público, no porque él no los tenga, sino porque soy una especie de atracción turística”, dijo justificando por qué no se postulará al menos este año.

Dentro del plano local, el sanrafaelino prefirió no jugarse por ninguno de los candidatos radicales a la gobernación.

“Más adelante seguro habrá alineamientos, pero por ahora cualquiera de los anotados tiene condiciones para llevar adelante una gestión mucho más superior que la actual y la anterior”, respondió sin dar nombres.

“Decir que todo es bonito es muy Pro”

La incorporación de Mauricio Macri a UNEN es una discusión potencial que se viene planteando hacia adentro del frente desde que se constituyó como tal, en especial a instancias de Carrió.

Ahora todos prefieren no hablar al respecto, pero dejan la puerta entreabierta respetando la misma consigna que hoy aglutina a los candidatos que están dentro de esta alianza electoral: no entrar en confrontación, al menos este año.

Pero también es cierto que Carrió tiene un estilo controversial que dispara las lógicas políticas en ocasiones. Ayer no fue la excepción y cuando explicaba por qué los integrantes de UNEN están juntos pese a las discrepancias, disparó:

“La Argentina del futuro necesita debate, no se asusten por las diferencias. Estar de acuerdo en todo es un acto de decrepitud y de vejez, Hay que discutir, el debate tiene que darse en el Parlamento, no tiene que haber disciplina partidaria. La gente tiene que acostumbrarse al debate. Decir que sí a todo, que todo es bonito y buenito, es falso, es muy Pro”, dijo en medio de las risas y luego se retractó: “No, entendieron mal, yo los quiero”.

Embarrar la cancha

El senador nacional Ernesto Sanz también se refirió a la complicada situación judicial del vicepresidente, Amado Boudou, quien mañana debe declarar por el caso Ciccone. Luego de que Elisa Carrió dijera que se trata de un “golpe institucional”, el legislador mendocino agregó: “Está claro que la estrategia es atacar al juez (Ariel Lijo ) y ensuciar y embarrar todo el proceso. No es una estrategia de él ni de sus abogados. Esto responde a lo que hace Gobierno que está detrás de Boudou, que también pretende enviar un mensaje a todos los jueces”.

Sanz relacionó el caso con el episodio de la suspensión y enjuiciamiento del fiscal José María Campagnoli: “Esto es una parte más de la saga. Aquél que se anime a investigar al poder recibe esta respuesta por parte del Gobierno”.