viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº -1969

Información General | 25 jun 2014

La mayoría eran grupos de escolares

Un grupo grande con mayoría de adolescentes festejó en 7 y 50 la victoria de la selección

Lejos de las grandes concentraciones que suelen tener lugar en la esquina de 7 y 50 (por tradición, el lugar de los festejos colectivos en La Plata, como el obelisco en Capital Federal), un centenar de alumnos, junto a pocos vecinos y algún ocasional transeúnte, le pusieron color al centro platense para compartir su alegría por el resultado que obtuvo el equipo de Sabella.


Los chicos y las chicas cantaban como un coro de sordos, sin mucha mística futbolera, el tema de moda entre los argentinos en Brasil: “Brasil, decime qué se siente / tener en casa a tu papá / Te juro que aunque pasen los años / nunca nos vamos a olvidar / Que Diego los gambeteó, el Cani los vacunó /están llorando desde Italia hasta hoy / A Messi lo vas a ver, la Copa nos va a traer / Maradona es más grande que Pelé”.

El dato de color durante los primeros minutos, antes de que cortaran el tránsito, fue el embotellamiento que se produjo con los vehículos que avanzaban por calle 50. Los conductores no sabían si festejar, acompañar con las palmas, o o pedirle a los jóvenes que les habilitaran el paso.

Extraño: ni un agente de Control Urbano había cortado la circulación minutos antes de que finalizara el partido.

La estrella era un perrito blanco que llegó sin atuendos, y con el correr de los minutos fue siendo vestido de celeste y blanco, y sacudido como si fuera la copa del mundo. La gente le gritaba al pequeño animal como si fuera la hinchada brasileña.

Al mismo tiempo, muy pocos pibes hacían circular las botellitas, que no tenían gaseosa, obviamente. Era de esperar: con gaseosa no celebra nadie, por lo menos en este país.

Con los minutos, el grupo fervoroso y vivaz que fue a ponerle onda a la victoria celeste y blanca, comenzó a dispersarse y finalmente el tránsito se normalizó.

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