Foto de Roberto Acosta: vecinos protestan en Ensenada

En todo Arturo Segui no hay luz. Edelap dice que está "trabajando para restablecer el servicio.

“¿Cuándo?”, preguntan con ansiedad los vecinos: “Mañana”, responden desde la empresa. Y hay que aguantar, no se puede reclamar a nadie. Esperar, dejar la vida cotidiana en manos de la empresa que ante cada oleada de temperaturas extremas (frío o calor) no es capaz de garantizar una prestación mínima aunque sea.

No es que una parte o una fase de Segui esté sin servicio. Toda la localidad está a oscuras.

Amplios cortes de luz afectan también a Berisso y Ensenada.

En Punta Lara cortaron la calle en la costanera Almirante Brown a la altura de Vialidad. Nadie da respuestas. Los cortes se repitieron, en distintos sectores, durante toda la semana. Son “rotatorios”.

“Este tipo de inconvenientes se dan en sectores afectados por conexiones clandestinas o alimentados por medidores comunitarios sobre todo en días de baja temperatura”, explicó la empresa, como si se tratara de una crónica periodística, de una situación que relatan en tanto espectadores.

No dicen cómo vana resolver la denigrante provisión de un servicio esencial que nunca brindó alcanzando una calidad aceptable, todo lo contrario.

Edelap suele acusar por su deficiente servicio a los vecinos que se sirven de la red eléctrica en forma ilegal. Pero hace años que tiene a su cargo la concesión, y a medida que pasa el tiempo la situación empeora.

En otoño y primavera, con temperaturas templadas, los cortes disminuyen, pero tampoco desaparecen.

Este invierno promete ser difícil, por las temperaturas habitualmente bajas, y porque la empresa, como en el último, y el anteúltimo, y el anterior, y el anterior, no invierte lo necesario en la red de distribución, y el Estado, al final, le pega un suave tirón de orejas.

Demasiado poco para disciplinarla y garantizarle a los vecinos de la región el servicio más importante de todos. No es mucho pedir.