Nicolás Morzone abrió la reunión eñalando que son la juventud más activa de la región, la que más ha crecido y progresado.

Vale aclarar que el PRO perdió su persopnería legal, había cerrado todos su locales en la ciudad, y sus dirigentes habían comenzado a negociar sus pases a otros espacios políticos.

Pero la manifiesta intención de Mauricio Macri de apostar por la presidencia de la Nación entusiasmó a un grupo de ellos, y ayer pusieron en marcha el nuevo grupo de trabajo macrista de La Plata.

Luego Mariano Penas aseguró que “el próximo intendente de la ciudad llega por este espacio. Sea quien sea que quiera presentarse”.

Por su parte Federico Sturzenegger aseguró que “Mauricio Macri es el próximo presidente de la Argentina".

Todos los discursos prometían ganar, ganar y ganar. Se distinguía cierto falso y desmesurado optimismo entre los macristas.

Después Sturzenegger recordó: “Teníamos un pequeño local sobre la diagonal 74, y un micro que en su primera noche se quedó parado en plaza Italia”.

Finalmente Jorge Macri dijo que el Pro " es el único espacio que asegura seguridad, progreso y calidad de vida a los habitantes del país".

Todo entre un reducido número de personas. Después el comunicado de prensa dio cuenta de un multitudinario acto, de un optimismo visceral, de clima de euforia. Pero la verdad está en la foto.

No está mal, sobre todo cuando un partido vuelve de la extinción política. Elisa Carrió, otra figura “patrocinada” por los grandes medios, todavía se encuentra en un estadio inferior, sin local y sin militantes.

En ese sentido, para el macrismo local es un avance. Las relaciones con el gobierno municipal, sin dudas, abonarán el crecimiento del partido.

Bruera ya comenzó a desparramar sellos, como lo hizo Julio Alak durante la década que gobernó la ciudad, para dispersar el voto ajeno y sacarle brillo a sus 20 puntos consolidados.