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Información General | 5 ago 2013

Acoso escolar

Claves de un fenómeno que crece y preocupa a padres y docentes

Un reciente estudio dio detalles sobre el acoso escolar y cuáles son las formas de detectarlo y prevenirlo


Un estudio realizado sobre casi mil alumnos de entre 11 a 13 años de nueve colegios públicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires determinó que insultar, hablar mal del otro y elaborar sobrenombres ofensivos son las formas más comunes de bullying, como se conoce actualmente al no tan novedoso “acoso escolar”.

La investigación fue realizada por la Universidad de Flores (UNFLO) y tuvo como objetivo realizar un análisis descriptivo de situaciones de maltrato desde la perspectiva del hostigador, el hostigado y los testigos. Los encuestados fueron alumnos de 6° y 7° grado que respondieron de forma anónima.

Según los datos arrojados por la encuesta, la forma más común de hostigamiento desde la mirada de los testigos refieren al insulto en un 90 por ciento. Le siguen el “hablar mal de ella/él, en un 88,3 por ciento y “poner sobrenombres ofensivos” en un 85,2 por ciento.

Por parte de los hostigados, las tres formas de bullying más habituales son: hablar mal de la víctima, insulto o burla y el uso de sobrenombres, coincidieron.

Por parte de los hostigadores, las manifestaciones que prevalecen son “insultarlo” (54,2%), “hablar mal de él o ella” (53,1%) y “ignorarlo o hacerle el vacío” (36,6%), mientras que aparece recién en el cuarto lugar “ponerle sobrenombres que lo ofenden” (36,2%).

Los investigadores Miguel Ángel García Coto, Bernardo Kerman y Flavia Singagliesi señalaron que “llama la atención la congruencia entre la perspectiva del hostigado y el hostigador en cuanto a la tipología del hostigamiento”.

Por otra parte, el sexo de los participantes también indicó variaciones desde la perspectiva del hostigado: las mujeres perciben más que “la ignoran o le hacen el vacío”, mientras que los hombres sienten más que “lo insultan o burlan” y “le pegan”.

“Estos resultados permiten inferir que si bien existen formas comunes de hostigamiento, los hombres poseen estilos de hostigamiento más definidos que las mujeres”, destacaron los investigadores.

Candelaria Irazusta, miembro de Anti Bullying Argentina, advirtió a la agencia Télam que “hay que diferenciar el bullying de otros tipos de violencia escolar”.
“Para hablar de acoso en este ámbito se tienen que dar una serie de factores como que se dé entre pares”, sostuvo la especialista. “La cronicidad es otro elemento central y lo que lo diferencia de una situación de conflicto que puede ser esporádica, es decir, el acoso escolar es una situación permanente lo que hace que la víctima vaya desgastando sus recursos”, añadió.

La especialista mencionó que “también existe un desbalance de poder, ya que el acosador se siente más poderoso que la víctima, cuyo sentimiento central es la indefensión. Cuando hablamos de los riesgos que producen nos referimos a situaciones realmente graves, algo que fue descubierto este último tiempo a través de investigaciones lo que hace que, si bien siempre haya existido el acoso, recién ahora se puedan dimensionar sus efectos”.

“Es importante estar alerta a determinadas manifestaciones de la conducta de nuestros hijos, por ejemplo, si no quiere ir al colegio o utiliza frases como `odio la escuela`, es bueno intentar abrir canales de diálogo para ver qué pasa”, indicó.

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