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Información General | 20 jul 2014

Luego del Mundial

"Fuimos muy felices" dijo Claudio Gugnali, ayudante de Sabella, en su regreso a Ensenada

El ensenadense relató su experiencia como integrante del cuerpo técnico de Alejandro Sabella en la Selección argentina. "Hoy me siguen mandando mensajes donde la plabra que más suena es orgullo", asegura


El ayudante de Alejandro Sabella en la Selección argentina, Cluadio Gugnali, hizo un balance luego de su regreso a su casa en Ensenada. “Hemos vivido en una burbuja de gran responsabilidad, pero fuimos muy felices. No nos defraudamos, hicimos lo que sentíamos, nos preocupamos por mejorar”, dijo..

“Formamos un excelente equipo y quedó visto que uno de los grandes logros fue haber fortificado el grupo. Como decíamos cuando preparábamos las valijas para volvernos: ‘Vamos a extrañarlo a esto’ y si. Más allá de que uno vuelve a su casa, con su familia y amigos, se extraña porque fue una gran felicidad haber compartido este tiempo de trabajo”, continuó Gugnali.

Sobre la experiencia de protagonizar una final del mundo, el ensenadense relató: “Pensás rápido en todo lo recorrido, en todos los que ayudaron, los que creyeron en vos, en los que abrieron puertas en lo laboral y en lo humano”.

“Todo el tiempo llegaban mensajes por las redes, pero yo no contestaba porque sino me tendría que haber dedicado más a eso que a estudiar a los rivales”, aseguró el ayudante del DT.

“Más allá de que no se logró el objetivo, que era salir campeón del mundo, creo que se ganaron muchas otras cosas. Hoy me siguen mandando mensajes donde la palabra que más suena es orgullo, y esa palabra es hermosa”, resaltó Gugnali.

El colaborador de Sabella inició su carrera dentro de un cuerpo técnico hace 15 años en Cambaceres. “Yo tenía un comercio y un amigo llamado Anibal Álvarez me dijo que tenía que dejar ese trabajo y dedicarme al fútbol. Me presentó a un profe con enorme futuro y desde ahí empezamos a caminar juntos con Pablo Lonco”, recordó el ayudante.

“En 2009 cuando nos reunimos con Alejandro Sabella me dijo que no tenía profe y yo le presenté a Pablito. Cada tanto nos miramos con con él, decimos ‘mirá hasta donde llegamos’”, contó Gugnali.

Y agregó: “Fue un lindo camino, siempre agradecidos. Hasta en Cambaceres que tenía otras limitaciones, pero el afecto y respeto de los jugadores queda en el corazón. Eso es lo más lindo que te deja el fútbol”.

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