martes 23 de abril de 2024 - Edición Nº -1966

Información General | 29 jul 2014

Exigen medidas concretas del Vaticano

Una platense abusada por un cura escribió junto a otras víctimas una carta abierta al Papa Francisco

Julieta Añazco escribió junto a otras 3 víctimas de curas pedófilos una carta abierta al Papa Francisco en la que expresan malestar porque ningún argentino fue invitado al acto que se realizó en el Vaticano con damnificados por sacerdotes abusadores. Además, mencionan al caso Grassi como ejemplo de la actitud encubridora de la Iglesia argentina


Julieta Añazco y 13 mujeres más denuncian haber sido abusadas por el sacerdote Ricardo Giménez

Un grupo de víctimas de abuso sexual por parte de sacerdotes pedófilos escribieron una carta abierta al Papa Francisco pide que la Iglesia tome medidas efectivas contra quienes cometen este tipo de vejaciones. Una de las firmantes del texto dirigido al Sumo Pontífice es una platense de 42 años llamada Julieta Añazco, quien denuncia que en 1982 fue víctima del cura Héctor Ricardo Giménez que todavía celebra misas en la Capilla del Hospital San Juan de Dios de La Plata.

Luego de que el Papa Francisco recibiera y pidiese perdón en nombre de la Iglesia a afectados por sacerdotes pedófilos, estas cuatro víctimas redactaron una carta pública en la que lamentan que no hayan sido invitadas a ese encuentro ningún damnificado argentino. Además, exigen que el Vaticano avance en el dictado de un decreto que declare el abuso sexual eclesiástico es un delito penal, que se investigue a encubridores, que no prescriban los tiempos para denunciar ante el Arzobispado y que se disponga de un juicio eclesiástico para los abusadores entre otras cosas.

La carta abierta fue redactada a principios de julio, antes de las nuevas denuncias contra Julio Grassi por desvío de donaciones hacía la cárcel que reavivaron las críticas contra la Iglesia porque a pesar de estar cumpliendo condena, sigue manteniendo su condición de sacerdote.

En diálogo con Página12, Añazco, señaló: “Me siento profundamente dolida de que no haya invitado a participar de ese encuentro a ninguna víctima de Argentina. Considero que los chicos de la causa Grassi merecen unas disculpas, merecen todo lo más que se les pueda dar, fueron muy bastardeados, muy maltratados… ellos son muy valientes, dignos de admiración y respeto”.

Añazco, quien trabaja como empleada municipal en La Plata, pudo recién recordar el año pasado que durante su infancia había sido abusada sexualmente por el sacerdote Ricardo Giménez, un hecho que había silenciado y olvidado durante años. Contó que durante tres años seguidos fue a los campamentos que organizaban las iglesias de Gonnet y City Bell y en los que participaba el cura. “De noche se metía en las carpas, se acostaba al lado nuestro y nos manoseaba los genitales. Él tenía una carpa donde confesaba. Se sentaba en un banquito y nosotras teníamos que estar de pie. Entrábamos de a una. Cada vez que me confesé, me tocó intensamente mi sexo”, describió.

Con Julieta, son 14 las mujeres que identificaron a Giménez como abusador. En 1996, la madre de un niño también víctima lo denunció, pero la curia platense encabezada por Monseñor Aguer le dio protección y fue trasladado a otra parroquia, como suele hacer la Iglesia argentina en estos casos.

Acompañadas por organizaciones de mujeres, la víctimas realizaron en 2013 varios escraches al cura Giménez y reclamaron al Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires que sea separado de la capilla del hospital. Aunque por el paso del tiempo, los delitos de los cuales Añazco fue víctima ya están prescriptos, una fiscalía decidió abrir de todas formas una causa penal contra el sacerdote para investigar. Añazco brindó su testimonio el 19 de septiembre del año pasado en la UFI Nº 6, a cargo del fiscal Marcelo Romero. La causa lleva el Nº 36391/13.

“En el marco de esa causa judicial que se abrió en 1996 contra Giménez, que tramitó ante el Tribunal de Menores Nº 1 de La Plata, el religioso fue detenido con prisión preventiva y obtuvo una excarcelación, por intermediación de la curia platense”, contó Añazco.

Según relata Página12, en diciembre, la mujer le mandó una carta al papa Francisco, donde le contó sobre estos hechos y que el cura Giménez sigue dando misa. El acuse de recibo del Vaticano le llegó el 14 de enero, pero no obtuvo ninguna otra respuesta del Papa. A principio de este mes, le volvió a escribir a Francisco, pero esta vez con otras 3 víctimas más.

CARTA ABIERTA AL PAPA FRANCISCO

Buenos Aires, 5 de Julio de 2014
Papa Francisco:

Dado que en estos días usted se reunirá con varios Sobrevivientes de Abuso Sexual cometido por Sacerdotes de la Iglesia Católica, y no ha invitado a participar a ningún Sobreviviente de Argentina, le escribimos esta carta.

Este hecho nos duele ya que usted debe saber de los casos aquí ocurridos, y por los cuales hace muchos años las victimas luchan; además de los nuevos casos que están saliendo a la luz.

En reiteradas ocasiones usted ha expresado su tolerancia 0 ante estos casos, y es a su sentido de Verdad y Justicia al que le estamos hablando.

Como Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico exigimos:

Como es el caso de Cuatromo en el cual su abusador estuvo prófugo en Estados Unidos.

También exigimos que no prescriban los tiempos para denunciar ante el Arzobispado, ya que en Argentina es hasta 20 años de cometidos los abusos.

En muchos casos las victimas sufren de un bloqueo emocional y no pueden hablar. Y cuando por fin logran romper el silencio, no se les cree y su causa esta prescripta. Exigimos se les crea.

Parte de su sanación emocional es poder denunciar a su abusador y a sus cómplices.

Como son los casos del Monseñor: Ricardo Faifer el cual encubre al Cura Domingo Pacheco.
Monseñor: Héctor Agüer el cual encubre al Cura Ricardo Giménez.

Y a todos los sacerdotes en todo el mundo que hayan abusado de menores.

En todos los casos se repite el Plan Sistemático de Encubrimiento por parte de las autoridades eclesiásticas locales y por la Santa Sede.

Como en el caso de los chicos que fueron abusados por el cura Grassi.

El Abuso Sexual cometido por Sacerdotes implica que esos individuos perversos que usando su investidura, autoridad religiosa, los sacramentos y la espiritualidad: manipulan, someten, estafan y abusan sexualmente de niños y niñas en todo el mundo.

Hechos que han sido definidos por el Comité contra la Tortura de la ONU, como actos de tortura, crueles e inhumanos, expresamente prohibido por el Comité y considerados Crímenes de Lesa Humanidad.

Esperamos que esta vez oiga los reclamos de todo el mundo y de su país natal.

Atentamente:

Sebastián Cuatromo
Gabriel Ferrini

Osvaldo Ramírez

Julieta Añazco

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