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Información General | 28 sep 2014

Banker Pirates

Los "fondos buitres" participan ilegalmente en el negocio petrólero de nuestras Malvinas

Elliott, de Paul Singer, BlackRock y Oz Management, son de los empresarios "buitres" que dirigen las actividad no autorizada en la isla, a través de la multinacional Noble Energy, compañía de capitales estadounidenses con base en Houston.


Empresarios buitres capitalizan la extracción de petróleo en las Islas Malvinas. Así lo revela este domingo en su portada principal el diario Tiempo Argentino, que indica que los líderes de la operación son empresas estadounides, como Elliott, de Paul Singer, BlackRock y Oz Management, a través de la multinacional Noble Energy.

Esta semana, Noble Energy, una de las petroleras que busca crudo en Malvinas, anunció que una reevaluación del potencial de las licencias off shore en la parte sur y este de las islas arrojó resultados mejores a los esperados, con existencias de hidrocarburo presuntamente de calidad.

Noble Energy (de capitales estadounidenses, con base en Houston y oficinas en Gran Bretaña) es una de las ocho petroleras, en su mayoría inglesas, en el archipiélago, y es la punta de lanza del relanzamiento de la exploración británica en el área, obligada por el dramático retroceso de las reservas de hidrocarburos en el Mar del Norte y la tensión independentista con Escocia, el propietario de las mayor parte de las licencias petroleras del Reino Unido.

En este contexto, surge otra particularidad: Noble Energy –que llegó a trabajar en las islas a principios de año asociada a la inglesa Falkland Oil and Gas– tiene un respaldo financiero de fondos buitre, que acaparan partes del accionariado de la firma.

Entre ellos, el fondo Elliott Management Corporation, buque insignia del litigio de Argentina con los holdouts.

Paradójicamente, otro de los tenedores de una porción de Noble Energy es el Bank of New York Mellon (BoNY), quien no liberó el dinero para pagarles a los bonistas que entraron a los canjes de la Argentina, justamente por la presión de Paul Singer, titular de Elliott, ante el juez de Nueva York, Thomas Griesa.

Asimismo, Singer, a través de otras razones sociales, está presente en otras compañías que controlan a firmas que operan en el archipiélago. Y en las empresas británicas que deambulan por el off shore de las islas se pueden ver además a casi todos los bancos de inversión que, en forma unilateral, decretaron el default argentino para que los mismos holdouts cobren los seguros anti-default.

Cabe destacar que en el resto de las petroleras de Malvinas también hay fondos que especularon con deudas de países en crisis, pero con diferentes niveles de participación. La situación, que se enmarca en el denominado “Juicio del Siglo” y sus efectos sobre las finanzas mundiales, muestra en realidad la raíz del problema con los fondos buitre: la injerencia que tienen en el poder económico global, en distintos sectores estratégicos, y que termina condicionando políticamente a las naciones, incluso al propio Estados Unidos.

En las últimas horas, las empresas reportaron la existencia de recurso en los pozos Loligo y Scotia que tienen gas, y Diomedea, que podría contar con crudo. Y detallaron la utilización intensiva de sísmica 3D para clarificar las perspectivas del recurso.

Además, Noble Energy se asoció en junio pasado con otras firmas de las islas, para traer una plataforma de perforación que garantice las búsquedas en 2015. Esta ansia de recurso por parte de Gran Bretaña tuvo –desde el desembarco en 2008 de la mayor parte de las empresas– un problema central: el acceso al financiamiento sobre trabajos de exploración con alto riesgo.

De hecho, las primeras búsquedas infructuosas hicieron que muchas empresas emprendieran la retirada. En este sentido, la toma de posiciones de fondos buitre en petroleras británicas es una apuesta a largo plazo, de sectores afectos al riesgo y al litigio.

Los lazos de los holdouts en el poder económico y en las petroleras de Malvinas son claros, alcanza con bucear en las composiciones accionarias para verlo. Noble Energy, la firma que intensificó trabajos esta semana, no sólo tiene entre sus accionistas a Elliott Management, sino también a Oz Management, otra empresa del multimillonario Paul Singer.

Aparece además el fondo BlackRock, objeto de transferencia de acciones con el fondo Elliott, y que quedó en el ojo de la tormenta por ser parte de la gráfica Donnelley, investigada por el gobierno argentino por una presunta quiebra fraudulenta. Inclusive, el fondo adquirió una parte de la actual YPF. Asimismo, hay en Noble otros accionistas no buitres pero fondos de peso como Soros, JP Morgan, Goldman Sachs y hasta la angloholandesa Shell.

En retrospectiva, no es la primera vez que Singer se acerca al petróleo y a las Malvinas. Elliott Management posee cerca de un 40% de una empresa petrolera llamada Hess Corp, que en su momento fue socia de la Repsol que dominaba YPF en emprendimientos en otros países de la región, como México y Brasil. De hecho, en 2009, se denunció públicamente un intento de la ibérica de entregar sin licitación a Hess un área de Vaca Muerta.

Otro dato importante para mostrar el alcance de los buitres sobre el petróleo mundial es que Singer, a través de una participación en la energética SM Energy, invierte en el yacimiento de shale Eagle Ford, el área estadounidense que se asemeja en potencial al neuquino Vaca Muerta. Asimismo, Singer a través de Noble Energy también perfora en el Golfo de México desde 2011, de la mano de Repsol.

Pero yendo aún más atrás, en 1998, Hess Corp fue la primera empresa que recibió contratos otorgados en forma unilateral por el gobierno de las Islas Malvinas. En ese momento, no hubo consentimiento argentino y la empresa incluso se negó a pagar regalías que le correspondían a Argentina. Varios años después, en 2012, el gobierno argentino emitió la Resolución 133 a través de la cual sancionó a empresas que operaban ilegalmente en Malvinas.

El apercibimiento se extendería por un plazo de 20 años, al ser empresas que nunca obtuvieron habilitación para trabajar en la zona del archipiélago (violaban las disposiciones de la Ley 17.319 en materia de exploración y explotación de recursos naturales). La sanción –que es posterior a una declaración de la Organización de Naciones Unidas del año 1976– recayó sobre las firmas Borders and Southern Petroleum, Desire Petroleum, Argos Resources y Falkland Oil and Gas. Ese pelotón de empresas –algunas ya se han retirado de la zona por falta de resultados– se completa con la antes mencionada Noble Energy, Rockhopper Exploration, Diamond Drilling y BHP Billiton. Todas ellas tienen en sus filas poderosos fondos de inversiones y también fondos buitre.

En el caso de Desire Petroleum, Falkland Oil and Gas y en Borders and Southern Petroleum, también aparece el fondo BlackRock como accionista, ergo, también está la presencia del Elliott de Paul Singer. Ninguna de estas dos petroleras están autorizadas para operar en las islas. No por cuestiones del azar, Falkland compró además una participación dentro de BHP Billiton, otra de las petroleras de Malvinas vinculadas a fondos especulativos.

Esta última se retiró de las exploraciones en el año 2010, justamente por falta de resultados a una aventura que cuesta miles de millones de dólares. Por otra parte, el fondo BlackRock está dentro del accionariado del fondo buitre Gramercy, que según denunciaran por entonces diputados de la oposición ante la justicia, especuló y se quedó con bonos que quedaron fuera del primer canje de deuda de 2005.

Otra de las curiosidades “buitres” en las empresas petroleras británicas de Malvinas es el caso del Bank of New York Mellon (BoNY): la entidad que inicialmente trabó pagos a bonistas argentinos reestructurados en el inicio del conflicto con los holdouts es, paradójicamente, accionista de casi todas las empresas de Paul Singer. Incluso en las petroleras SM Energy y Noble Energy.

Asimismo, el BoNY está dentro de Iron Mountain, la empresa de archivos investigada en la justicia argentina por un incendio en su sede de Barracas. Allí, Singer y el fondo BlackRock también son accionistas.

Como si esto fuera poco, casi todos los bancos especulativos que están dentro de las petroleras de Malvinas y dentro del accionariado de las empresas de Paul Singer, son parte del International Swaps and Derivatives Association (ISDA): es el caso del Bank of America, Goldman Sachs y el JP Morgan. El organismo fue el que decidió unilateralmente declarar a la Argentina en default tras el fallo Griesa.

Esto permitió, justamente, que fondos buitre como Elliott cobraran importantes sumas de dinero por haber apostado contra Argentina con seguros de default.

Lobby de american task force contra vaca muerta

El grupo American Task Force Argentina (ATFA), creado por Paul Singer para hacer lobby en favor de los fondos buitre y en contra del país, difundió ayer un artículo de Bernard Weinstein, profesor de negocios de la Universidad Metodista del Sur de los Estados Unidos, que advierte que si la Argentina entra en “default técnico” podrían peligrar las inversiones para explotar el yacimiento de Vaca Muerta, el principal proyecto energético del país.

En su columna publicada en el Investor’s Business Daily, Weinstein, que según los fondos buitre es “un reconocido experto en el desarrollo del mercado energético a nivel mundial”, sostiene que “un default nuevo reduciría sustancialmente las perspectivas para la inversión extranjera en el futuro (…) en el sector económico con el mayor potencial de crecimiento”.

(Infonews)

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