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Información General | 11 oct 2014

Sorpresa

Un volantazo de EE.UU en el debate sobre la despenalización

La política prohibicionista sobre el consumo y tenencia de marihuana en Estados Unidos sufrió un giro que nadie esperaba, y parece tener el sello de un pragmatismo que augura cambios a nivel global.


Dejando de lado su tradicional política prohibicionista, Estados Unidos abogará por una mayor tolerancia hacia los experimentos que realicen otros países frente a las drogas.

Lo adelantó William Brownfield, “Secretario Adjunto del Departamento de Estado para Narcóticos”, y el máximo funcionario del área del Departamento de Estado norteamericano.

Dijo que hay que tener mayor “flexibilidad”, y algunos medios de prensa norteamericanos anuncian que la Casa Blanca analiza presentar un proyecto que modifique el marco legal sobre el consumo.

“Todos tenemos la obligación y la exigencia de obedecer las convenciones sobre drogas. Pero dentro de las convenciones tenemos que ser tolerantes con los países que exploren y utilicen diferentes políticas nacionales de control”, resaltó ayer Brownfield.

En la lucha contra el narcotráfico, según el funcionario de Obama, es necesario “tener un grado de tolerancia o el mundo se va a dividir”.

Es la primera vez que alguien del Gobierno federal de Estados Unidos opina de manera abierta y no crítica sobre los experimentos de legalización que ya se pusieron en práctica no sólo en varios países sino en muchos estados de su país.

“Es un matiz de peso ante la defensa de la prohibición y la guerra contra las drogas que ha sostenido Estados Unidos, sobre todo en las negociaciones privadas”, consignó la agencia AFP.

Brownfield se reunió con periodistas para abordar las políticas globales en materia de drogas, cuando faltan dos años para la sesión especial que se realizará en 2016 en la ONU, donde se debatirá el futuro de la guerra contra las drogas.

“No hay ninguna ley, ninguna estrategia o política que sea tan perfecta que nunca requiera de ajustes o modificaciones”, agregó Brownfield .

“Las convenciones no son rígidas. Podemos interpretarlas siempre y cuando sea consistente con el deseo de reducir el uso y el abuso de productos nocivos en todo el mundo”.

Brownfield insistió en la necesidad de continuar el combate al crimen organizado y el narcotráfico, y dijo que hay que recordar que el objetivo de las políticas de drogas es proteger a las personas contra los efectos nocivos de esas sustancias.

El funcionario advirtió que “las cosas han cambiado desde 1961” (cuando se aprobó la Convención Única sobre Estupefacientes, el andamiaje actual de leyes sobre drogas y narcotráfico). “Debemos tener flexibilidad para integrar esos cambios en nuestras políticas”, agregó.

“El Gobierno de Estados Unidos está tratando este tema de una manera pragmática”, concluyó.

“La posición, fijada por William Brownfield, secretario adjunto del Departamento de Estado para Narcóticos, coincide en la Argentina con el debate que promueven ciertos sectores del Gobierno, y que terminó de instalar el titular de la Sedronar, Juan Carlos Molina, respecto de promover una ley de despenalización del consumo de drogas” publicó en su edición de hoy el matutino porteño La Nación.

Los cambios legales en el interior de los EE.UU. posiblemente continúen catalizando este giro del Estado Federal. Y en consecuencia, de continuar esta tendencia, el prohibicionismo sobreviva como paradigma legal entre pocos estados de la Unión.

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