En diálogo con Radio La Plata, el jefe de calidad y proceso de ARSAT Hugo Nahuys explicó que “para los satélites de órbita baja, Argentina hoy podría estar exportando y ofreciendo este tipo de plataformas. Para los comerciales falta un poco más, pero hay mucha expectativa porque no hay muchos jugadores en el mundo que puedan construirlo. Es una industria muy restringida y existen posibilidades que Argentina pueda vender satélites”.

“Vamos camino a la soberanía satelital, este es un primer paso, hay que continuar en esta senda. Hemos invertido más de 1.100 millones de pesos por satélite, pero además se invirtieron más de 1 millón 300 mil horas hombre de ingeniería de diseño, fabricación y ensayo para lanzar el ARSAT-1. Trabajaron en este proyecto unas 500 personas de INVAP y 30 de Arsat”, contó el especialista.

En cuanto a sus sensaciones personales tras el lanzamiento, comentó: “Hay muchas emociones que vienen de 7 años de mucho trabajo. Hay orgullo nacional, orgullo de sentirse argentino, una combinación de muchos factores. El lanzamiento de este satélite significa incrementar y mejorar la calidad de las comunicaciones satelitales en todo el país, equiparando oportunidades para las regiones menos favorecidas”.

“Es el gran avance tecnológico de poner en órbita un satélite en telecomunicaciones que solo lo hicieron 8 países en el mundo, que son potencias. Eso le da una proyección a la Argentina de vender y exportar tecnología de primer nivel en un futuro”, destacó Nahuys.

Sobre los beneficios del satélite, explicó que “en las zonas más aisladas, que no tienen posibilidad de telecomunicaciones terrestres, lo único que les queda es el satélite, por lo que va a poder llegar a los lugares más alejados. También cuando hay noticias que tengan que salir al aire o algún evento está el satélite para funcionar en cualquier lugar”.

Hasta el lanzamiento de ARSAT, Argentina alquilaba capacidad satelital, “lo que tiene un costo bastante elevado”, según el especialista. “Las coberturas que ofrecen estos satélites son de menor calidad y menor potencia. Para poder comunicarse se necesitan antenas más grandes y más costosos”.