Infoblancosobrenegro.com dialogó con él sobre Sergio Massa, el kirchnerismo, la gestión Bruera, y otros temas que no están escritos en ninguna plataforma electoral, pero que configuran al espacio que se impuso en las últimas PASO y que tiene todos los boletos para llevarse las elecciones generales.

Hay muchos dirigentes de la oposición que dicen que el Frente Renovador es un retorno a los ‘90…

Los dirigentes que afirman eso, la verdad, no conocen a Sergio Massa. Cuando él llegó a la política no había muchas opciones para militar, los jóvenes de 15 o 16 años o iban a la Junta Coordinadora Nacional de la UCR o a la UCD. En ese momento, el peronismo de Herminio Iglesias era muy poco atractivo. En la UCD estuvo muy poco y se incorporó a un peronismo clásico, ortodoxo, con el que se puede estar a favor o en contra, pero es un peronismo puro.

¿Y cómo fue esa evolución?

En política lo único que no cambia la gente es su condición humana. El comportamiento individual. Siendo muy joven, Sergio conoció a Duhalde y en el 1999 fue electo Diputado Provincial. Poco tiempo después, en uno de los peores momentos de país, le ofrecieron conducir una Anses destruida, desfinanciada, que no tenía ni para pagarle a los empleados, ni a los jubilados. Y él renunció como diputado para ocupar esa función ejecutiva.

Yo, que he pasado bastante tiempo en la legislatura, no conozco a otra persona que pudiera hacerlo. Es un hombre que se plantea desafíos en la política muy importantes. En esa época no se podía pedir licencia para cargos ejecutivos, y él eligió renunciar a algo seguro y se fue a gestionar en ese infierno. Después Kirchner lo confirma en el cargo, pero Sergio, en el 2007, asume el desafío de pelear por la intendencia de Tigre.

Néstor nunca estuvo de acuerdo, porque apoyaba a una lista vecinalista. Sin embargo, Sergio, a pesar de la opinión de Néstor y de las operaciones de Julio De Vido, que apoyaba a sus rivales, empezó 45 puntos abajo y finalmente ganó.
La verdar es que Massa es una persona que se ha planteado desafíos muy por sobre la media de la política argentina y ésta decisión de ser candidato ahora es el último gran desafío que tomó.

¿Y qué perfil político-ideológico tiene Massa?

Su formación política es la de un peronista clásico. Ideológicamente es un socialcristiano que, en lo económico es desarrollista. Igualmente, supera la limitación histórica de esa corriente de pensamiento y le asigna un rol más importante al sector agrario, como Perón en los ‘70, que lo percibió claramente. En los reportajes de aquella época, el General decía: “Lo que necesita el mundo son proteínas, y la Argentina tiene eso”. Massa privilegia la gestión por sobre las soluciones o las recetas ideológicas. Es como el tema de la seguridad: una buena política en ese área no es de derecha ni de izquierda.

¿Está a favor de la recuperación de YPF por ejemplo?

Sí, por supuesto, pero él dice que el problema que hay que resolver es cómo se gestiona y en función de qué estrategia económica se toman esas medidas. Es un hombre que entiende a la economía como un sistema, cosa que este gobierno nunca entendió. Es de los que creen que la economía se planifica y se regula.

El kirchnerismo marcó con nitidez una política de derechos humanos que trascendió fronteras afuera, ¿cuál sería la que aplicaría Massa en ese tema?

Trataríamos que el tema de los juicios se terminen lo más rápido posible. Acelerarlos, para encontrar Justicia. Massa es un tipo que está más de acuerdo con las políticas de Dilma Roussef, de Lula, de Pepe Mujica, por ejemplo.

La relación entre Massa y Clarín es otro tema controvertido, hace unos días otros dirigentes opositores lo acusaron de ser una espada del Grupo

Esa visión es totalmente inexacta. El candidato de Clarín fue, es y puede seguir siéndolo el gobernador Daniel Scioli. Es claramente el “niño mimado”, lo que pasa es que les ha prometido demasiado, y después no pudo cumplir.

¿Y con los otros medios cómo se llevan?

Hemos trabajado o intentado trabajar con todos los medios. En ese contexto, lo hemos hecho con Crónica, Canal 26, con los medios del Grupo Vila-Manzano o con C5N, entre otros. Sin dudas, el fortalecimiento de la imagen del Frente Renovador la hicimos con esos medios. La gente no sólo se informa con Clarín y La Nación.

¿Cómo se distribuyen entre ustedes los roles en el plano local?

Las figuras, y yo he contribuido a que así sea, en el plano local son Jorge Sarghini y José Ramón Arteaga. Yo ayudé a armar ese dispositivo. Ese equipo político, que tiene un desafío que no ha tenido ningún sector del peronismo desde el ‘83 a la fecha: pensar la política local en el marco de lo provincial y nacional. Nunca se desplegó la potencia que puede tener un peronismo como el de La Plata. Les fue bien a algunos sólo en términos personales, pero nunca a una política colectiva local. Yo creo que lo que se plantea para el futuro es dar una pelea importante, poner al peronismo local en un desafío nuevo. Yo voy a tratar de que se puedan articular esos tres planos: local, provincial y nacional. Esto generaría hacia abajo y hacia arriba una gran sinergia política. Ahí tenemos un gran desafío y quiero, no sólo yo, ayudar en la resolución de ese objetivo, más allá de lo personal.

¿Y es complicado administrar el crecimiento? ¿Cómo hacen para integrar, contener y darle un rol a espacios y figuras de origen diferente?

Nosotros nos planteamos participar de un proyecto político nacional, provincial y municipal que encabeza Sergio Massa y creemos que hay lugar para todos. En La Plata tenemos que revisar experiencias que tuvimos. Hubo intendentes muy exitosos, en su momento, como Julio Alak, pero que nunca demostraron la audacia o la valentía de irse en su mejor momento de la ciudad hacia otro ámbito de gestión. Fue designado ministro (más allá de que mi opinión es que es una figura más bien decorativa, sin poder de decisión) después de haber perdido, no como una consecuencia de una gestión exitosa, sino por una mera decisión política de la Rosada.

¿Y después vino Pablo Bruera. Cómo caracteriza su gestión, brevemente?

No tienen virtudes en materia de gestión. Nunca entendieron demasiado dónde tenían que aportar su capital político: en el momento que había que apoyar al kirchnerismo eran antikirchneristas, y en el momento en que el ciclo kirchnerista se agotó, se hicieron kirchneristas. Nunca apoyaron demasiado a Daniel Scioli, y en el momento en que había que ser massistas fueron invitados al grupo de los 8 y se fueron. Nunca entendieron la lógica de la construcción política. Son un grupo muy endógeno, de características tribales, esa es la verdad. Los Bruera se quisieron copiar de Alak y lo que terminaron instalando es una especie de sistema alakista subsahariano.

¿Qué lugar le asignaría Massa a los sectores que ahora son parte del kirchnerismo más duro?

Hay dos características centrales del Frente Renovador. La primera, es que es un efecto no deseado de la primera política kirchnerista. Kirchner, que venía de ser gobernador, se encargó de mandar al freezer a todos los gobernadores. Hizo un by pass a los intendentes, empezó a saltear a los gobernadores y a construir política directamente con los intendentes. Ahí pasó una cosa interesante, que es una consecuencia no deseada: que muchos de esos intendentes empezaron primero a sanear a sus municipios con estos nuevos recursos que venían de Nación, con lo cual lograron administraciones sanas y más modernas, empezaron a gestionar bien, e incorporando rubros que antes no eran del orden municipal pero que son necesarios, como seguridad, radicación de inversiones, lucha por el empleo genuino, por ejemplo.

Entonces, esos intendentes, con municipios saneados, con acciones de gestión cada vez más abarcativas, empezaron a tener contacto con la gente e índices de popularidad cada vez mejores. Los referentes distritales superan en imagen positiva a los dirigentes del Estado nacional y provincial. Los jefes comunales con más vocación política, se juntaron y después, esa afinidad en temas de gestión, los hizo plantearse cómo hacer para que esa relación rinda en términos políticos. El primus inter pares, por audacia, carisma, era y es Massa. Y los empezó a conducir de una manera que nunca había pasado en el peronismo.

El otro dato es que como el Frente Renovador está constituido a partir de hechos de gestión, no importa tanto de dónde viene cada uno políticamente. Por eso en el FR hay radicales, vecinalistas, gente del PRO y de otros espacios. En realidad lo que están diciendo es: “Acá hay que solucionar los problemas de la gente y para eso no hay soluciones de izquierda o de derecha”.

Kirchner lo hizo en su momento cuando apostó a la Concertación, e incluso incorporó una gran cantidad de intendentes y gobernadores radicales y de partidos provinciales…

Néstor intentó algo y me parece que después no lo pudo plasmar. Estos intendentes sí lo están logrando. Y yo creo que si bien la mayoría de ellos proviene del peronismo, estamos construyendo un espacio más abierto. Porque la matriz de conformación del frente, más allá de una discusión ideológica, es un debate acerca de cómo hacemos las cosas, y qué cosas se hacen. Son administradores sanos, muy trabajadores y con mucho contacto con la gente. Y son exitosos por esas razones. El éxito no deriva de la imagen, deriva de la gestión. La imagen deriva de acciones.

¿Se puede esperar una campaña del Frente Renovador sin demasiados golpes de efecto? Es decir, ¿de bajo perfil, siguiendo la lógica de que el que va ganando trata de que el clima de campaña sea lo más frío posible?

Lo que vamos a hacer es seguir planteando propuestas. Tenemos una agenda de campaña para ir planteando hasta el día de la elección nuevas ideas. Sobre el sistema previsional, educación, entre otros asuntos. Algunas de las cosas que hemos planteado, el gobierno las ha tomado para llevarlas a cabo y contra lo que se suele decir, nos parece bien. Se ve que lo que estamos planteando da cuenta de la realidad y de alguna manera el gobierno tiene que responder a eso.

Nicolás Harispe
@nicolasharispe