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Información General | 25 dic 2014

Sudeste asiático

Homenajes a una década del tsunami que conmovió al mundo

Diez años después del tsunami que acabó con la vida de alrededor de 220.000 personas y asoló las costas de 14 países en el sudeste asiático, un acto multitudinario ha conmemorado a las víctimas en la provincia indonesia de Aceh, epicentro del desastre.


Religiosos musulmanes, sobrevivientes de la tragedia y personas que ayudaron a socorrer a los afectados han asistido a un rezo que ha reunido a unas 7.000 personas, entre hombres mujeres y niños, en Banda Aceh.

“El tsunami provocó una pena profunda a los habitantes de Aceh que perdieron a sus seres queridos”, declaró el gobernador provincial, Zaini Abdulah, frente a la multitud en la gran mezquita de Baiturrahman, uno de los pocos edificios que resistió los envites del sismo que dejó 170.000 muertos y desaparecidos en este país.

Agradeció a los indonesios y a la comunidad internacional su ayuda, la cual ha permitido que Aceh “se vuelva a levantar”.

Kamarudin, un pescador de 50 años que no tiene apellido (como muchos indonesios), llegaba para rezar por la memoria de su mujer y sus tres hijos: todos murieron en la catástrofe.

El 26 de diciembre de 2004, un terremoto de magnitud 9,3 en la escala Richter provocó una serie de gigantescas olas que barrieron las costas de Indonesia, y llegaron hasta países como Tailandia, Sri Lanka o Somalia.

Entre las víctimas se encontraban miles de turistas extranjeros que pasaban las vacaciones de Navidad en esta región de playas soleadas, llevando la tragedia a hogares de todo el mundo.

“Esperamos que los sobrevivientes y sus familias sean fuertes y se mantengan vigilantes ante futuras catástrofes”, dijo a la AFP Azhari Hasan, presidente del comité para el aniversario del tsunami.

En Meulaboh, un pueblo pesquero considerado la zona cero del desastre, hasta donde llegaron olas de 35 metros de alto, las banderas ondeaban a media asta y los habitantes se preparaban para vigilias nocturnas.

Pero las principales conmemoraciones se esperan para el viernes por la mañana, primero en Aceh, donde las olas llegaron en primer lugar, y después en Tailandia, donde se espera que se enciendan miles de velas en las turísticas playas de Phuket y Khao Lak.

También habrá eventos de conmemoración en Sri Lanka y en varias capitales europeas, para recordar a los extranjeros que perecieron en la tragedia.

En Tailandia, 5.395 personas perdieron la vida, la mitad de ellas, turistas extranjeros.

“Llegó el agua… Había cristal, metal, trozos de madera, ladrillos, era como estar en una lavadora llena de clavos”, explicó a la AFP el sobreviviente británico Andy Chaggar, que se encontraba en un bungalow en la playa de Khao Lak cuando el tsunami golpeó la costa y perdió a su novia en el desastre.

Mientras iba conociéndose la magnitud del desastre, los países más afectados luchaban para movilizar los efectivos de rescate, mientras miles de cuerpos se amontonaban bajo el sol tropical y en morgues improvisadas.

Durante los meses posteriores a la tragedia, se recaudaron 13.500 millones de dólares en ayuda humanitaria y fondos para la reconstrucción de las zonas golpeadas por el tsunami.

En Indonesia, el desastre logró poner fin a décadas de conflicto separatista, y rebeldes y gobierno firmaron un acuerdo de paz menos de un año después.

La tragedia también impulsó la creación de un sistema de alerta panoceánico e hizo que los países hicieran fuertes inversiones en prevención de desastres.

Pero, los expertos ya han alertado del riesgo de que la “amnesia” colectiva vuelva a hacer vulnerables a las comunidades frente a nuevas catástrofes naturales.

¿Qué pasó después del tsunami?

La cadena británica de noticias BBC, recuerda que entre los techos rojos de las casas recientemente construidas en la aldea de Lampulo hay un espectáculo extraordinario: un enorme barco de pesca en la parte superior de dos casas.

Hay carteles que avisan “Kapal di atas rumah”, que significa “el barco encima de la casa”, y una placa da detalles de cómo el arca improvisada salvó a 59 personas.

Unos 15 barcos de pesca quedaron varados en los techos de Lampulo tras el tsunami, pero los demás han sido retirados. Zulfikar, el dueño de este barco, accedió a dejarlo sobre la casa como un homenaje.

El barco es venerado como una especie de arca de Noé, pero también es un recordatorio de lo que sucedió.

“Todo el mundo está tratando de aprovechar el hecho de que el barco está aquí”, indica Basyariah. “Todo el mundo tiene una historia diferente acerca de cómo el barco los salvó. La gente incluso inventa historias”.

Además de atraer a turistas, los memoriales de Banda Aceh tienen un papel educativo. Antes de 2004, pocos sabían lo que era un tsunami, así que cuando el mar se retiró antes de que llegara la ola, la gente corrió para recoger los peces de la arena en lugar de escapar a tierras más altas.

Ahora los escolares visitan los monumentos sobre el tsunami y se les enseña a identificar las señales de uno.

De acuerdo con un informe de la Unesco, estas historias contadas a los niños a menudo terminaban con una advertencia: “Si ocurre un fuerte temblor, y si el mar se retira poco después, corre a las colinas porque el mar pronto llegará a la orilla”.

El Universo

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