La Asociación de Medieros y Afines (ASOMA) es una organización que agrupa a pequeños arrendatarios rurales (los llamados “medieros”) y a peones agrarios que no están afiliados a la UATRE, el gremio de Gerónimo “el Momo” Venegas. Tiene fuerte presencia en el cordón florihortícola platense y cuenta con una particularidad: conviven en ella patrones (los medieros) y asalariados (los peones).

Los primeros, que “alquilan” una parcela de campo para producir, pese a ser empleadores reciben mayoritariamente ingresos medios-bajos, y los peones viven apenas superando los ingresos necesarios para subsistir. La mayoría de los afiliados a ASOMA, vale aclarar también, comparten cierta identidad cultural que deviene de sus nacionalidades de origen, mayoritariamente de países latinoamericanos, en particular de Perú y Bolivia, aunque también hay migrantes del Paraguay y argentinos provenientes de provincias del norte.

La dirección política de ASOMA y la idea fundacional pertenecen al Partido Comunista Revolucionario (PCR), que conduce también a la CCC (Corriente Clasista y Combativa). El PCR es de orientación maoísta, e integra el Frente PODEMOS, que en La Plata lleva como candidata a diputada provincial en segundo término a Ana Rusconi, ex referente estudiantil de la CEPA (la agrupación de base del PCR en la Universidad) y en la cabeza de la nómina a Adolfo “Fito” Aguirre, ligado a la CTA de Pablo Michelli.

La disputa con la UATRE de Venegas es un importante escollo que afronta ASOMA, cuyo referente, Néstor Villacorta, es un cuadro político importante en la estructura del PCR.

Como sea, la asociación que conduce Villacorta constituye una versión clasista y más cercana a la vida cotidiana, los problemas y las ambiciones de los productores rurales platenses, arrendatarios o asalariados, argentinos, bolivianos, paraguayos o peruanos. No supera, en sus prácticas, la acción reivindicativa en pos de mejores salarios o subsidios para sus afiliados y por eso logra convocar a trabajadores rurales que seguramente jamás escucharon hablar de Mao ni de la Revolución China.

Es que, aunque la coyuntura política los rejunte en la vereda de los cacerolazos y pese a que acompañe los reclamos de la Mesa de Enlace (en sintonía obligada con el PCR), ASOMA es, en cierta forma, la cara reversa de la UATRE del Momo Venegas.

Allí, como es tradición en el sindicalismo clasista, o en la militancia de base de los sectores de izquierda tradicional, la acción y el compromiso político constituyen un modelo de vida, cuestionable o no, seguramente opinable, pero que no tiene como condicionantes, ni como fin último, el lucro ni el enriquecimiento de la dirigencia que guía a las bases. Exactamente al revés que lo que ocurre en la UATRE.

Nicolás Harispe
@nicolasharispe