viernes 29 de marzo de 2024 - Edición Nº -1941

Información General | 8 jun 2015

Más de 400 barcos

Denuncian que Gran Bretaña fomenta la sobrepesca y el trabajo esclavo en Malvinas

Aseguran que Gran Bretaña brinda licencias de pesca para operar en el Atlántico Sur, sin ninguna regulación aplicada a esta flota, ni ambiental, ni laboral, ni de seguridad.


Más de 400 barcos IUU (de pesca ilegal, No Regulada y No Reportada), operan en una pequeña región de única y rica biodiversidad. Ninguno de esas embarcaciones cumplen con ninguna regulación laboral, de seguridad, ni ambiental; es una representación de lo que sería el infierno para los Océanos.

La flota depredadora está compuesta por unos 190 barcos chinos, 85 taiwaneses, 75 Sudcoreanos, 40 españoles (los que intercambian entre la bandera de ‘Falklands’ o España, de acuerdo a la situación), unos 15 panameños (mas que nada barcos frigoríficos, ‘FOC’ o de ‘bandera de conveniencia’).

Sumados a los estados de bandera de las embarcaciones, hay otros tres países que están directamente involucrados en el blanqueo de las capturas pesqueras ilegales y la logística: Uruguay, a través del Puerto de Montevideo, ampliamente conocido como un puerto IUU, Gran Bretaña, a través del programa de licencias de pesca desde las Malvinas, y Chile, a través del Puerto de Punta Arenas.

El Reino Unido, a través de la administración de las Islas Malvinas, vende licencias de pesca a 150 barcos de esta flota, que operan especialmente en agua internacionales, el único requisito para la obtención de la licencia, es el pago, no existe control de ningún tipo, algunos de estos barcos han sido detectados pescando dentro de la ZEE Argentina.

Debido a las terribles condiciones laborales a bordo, los tripulantes saltan fuera de borda, o son arrojados, en promedio de tres casos anuales, solamente contando los reportes oficiales. Unos 4 mil esclavos son explotados por el Reino Unido bajo el programa de licencias pesqueras de las Islas Malvinas.

Como lo describe en una entrevista en video, un tripulante de uno de los barcos coreanos que operan bajo licencia británica: “tirábamos pescado y basura libremente sin ningún titubeo…el aceite usado es descargado al mar directamente de la sentina…en las Malvinas lo hacíamos en secreto”.

Ninguna de las embarcaciones cumplen con ninguna regulación, el tráfico de personas y los asesinatos son parte de las operaciones regulares, la descarga de basura, redes deterioradas y aceite usado se hace arbitrariamente, todo el tiempo, no existe ninguna restricción sobre la captura pesquera: ni por las especies, ni por la temporada, tamaño, artes de pesca, ni zonificación.

La Autoridad Pesquera de Malvinas solo cuenta con 7 observadores a bordo, que no operan permanentemente.

Los impactos ambientales son terribles, teniendo en cuenta que el calamar, la principal especie capturada, es crucial para la subsistencia de todo el ecosistema marino, siendo importante fuente de alimento para muchas otras especies, como delfines, aves, lobos marinos, cachalotes y otras especies de peces como la merluza hubbsi. Esta masiva flota de barcos IUU también captura merluza negra, especie seriamente amenazada.

Un ejemplo muy reciente del tipo de barcos que operan bajo licencia británica, es el de los Oyang 75 y 77, los que estuvieron en Puerto Argentino en abril último, y también en Montevideo en 2014.

Ambos se encuentran embargados por el Gobierno de Nueva Zelanda por falsas declaraciones de pesca y captura incidental de especies amenazadas, también han sido sentenciados por no pagar a sus tripulaciones, y como si ésto no fuese suficiente, denunciados por tortura, violaciones y esclavitud a bordo.

Este es tan solo un caso, entre los 100 barcos IUU identificados operando bajo licencia británica desde Malvinas: desde esclavitud y asesinatos a bordo, hasta el tráfico de drogas, un abanico entre las mas flagrantes violaciones a los Derechos Humanos hasta las peores prácticas pesqueras que pueden ser imaginadas. La lista es muy extensa para el espacio de este artículo.

La única diferencia entre los barcos con licencia y los sin licencia es un papel, comprado al Reino Unido, que facilita el blanqueo de la captura, no existe ninguna regulación aplicada a esta flota, ni ambiental, ni laboral, ni de seguridad.

MUERTE, ESCLAVITUD Y PESCA DESTRUCTIVA

Si el debate y resolución de esta problemática va a ser abordada desde intereses políticos y el lucro cortoplacista de las corporaciones pesqueras, todo terminará como un caso más de la ‘tragedy of the commons’ de la des-gobernanza de los océanos.

Si la solución va a basarse en la ciencia, el principio precautorio, y los preocupantes antecedentes al día de hoy, la respuesta es clara: cerrar el caladero.

Si fuese a realizarse esta pesca, dentro de las EEZs, o reclamadas EEZs, la misma debería hacerse por empresas realmente locales, con mano de obra local, y al menos cumpliendo el Código de Conducta para la Pesca Responsable de la FAO-UN, evitando las asociaciones con barcos y/o empresas IUU, con todas las descargas en puerto, y con toda la actividad bajo el escrutinio público, con transparencia.

La única solución para comenzar a proteger el Atlántico Sudoccidental, y a todos los océanos, es cerrar la pesca en las aguas internacionales, fuera de las ZEEs.

Fuente: www.fis.com

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