El 13 de marzo de 2013 Jorge Mario Bergoglio fue elegido Papa, convirtiéndose en el máximo exponente de la Iglesia Católica. Este acontecimiento generó un fenómeno mediático a nivel local y también mundial.

Ese día Clarín tituló “Jorge Bergoglio es Francisco. Papa Argentino”, remarcando en varias oportunidades a lo largo de su cobertura, que este hecho no fue tomado de buena manera por la presidenta Cristina Fernandez de Kirchner.

Por otra parte, La Nación, medio que le dedicó la mayor cantidad de páginas, publicó en tapa una foto del pontífice con la frase “El Papa que viene del fin del mundo”. El diario de los Mitre hizo hincapié en que Bergoglio era el “pacificador” que necesitaba la iglesia para su conducción.

Sin embargo, Página 12 se refirió hacía el ahora Papa Francisco de una manera totalmente opuesta. La nota de tapa fue titulada con la frase " Ay Dios mio. Errar es divino", dejando en claro la presunta vinculación de Bergoglio con la desaparición de dos curas jesuitas en la última dictadura.

Esta caracterización tan diversa de Bergoglio realizada por los periódicos mencionados, tiene explicación en la relación que mantuvo este, con dichos medios, al momento en que era el máximo representante de la iglesia en nuestro país.

El tiempo en el cual Bergoglio estuvo al frente de la cúpula eclesiástica en la Argentina, coincidió con el inicio de un periodo que estuvo marcado por una significativa estabilidad política, que vino de la mano del kirchnerismo a partir del 2003.

Sin embargo, la relación entre el oficialismo y Bergoglio como representante del poder religioso, no fue siempre la mejor bajo la mirada de los medios. Clarín calificaba al ahora Papa como el “máximo enemigo del kirchnerismo” y como un actor político cercano al arco opositor.

Esta mirada fue compartida por La Nación, quien ademas contraponía en sus artículos el aparente estilo “confrontativo” del Gobierno con la vocación al dialogo y unidad que el ex Cardenal profesaba en sus discursos y acciones.

Página 12, hasta su entronización como Papa, mantuvo una posición crítica hacía la figura de Bergoglio, al inculparlo de colaborar con la dictadura y al mantener una postura ideológica opuesta en cuanto a temas como el aborto, el matrimonio igualitario o la despenalización de la marihuana.

A más de dos años de su asunción, la imagen favorable de Francisco construida por estos medios es unánime. Pero muestra matices diferentes, ya que el acercamiento público del pontífice con Cristina Fernandez de Kirchner dejó en crisis la línea editorial que mantenían Clarín, La Nación y Página 12 respecto a este tema.

Por último, queda abierto el interrogante para ver si fue Bergoglio quien cambió en su nuevo rol de Papa, si hubo una apropiación por parte del kirchnerismo de la imagen positiva de Francisco, o si las aseveraciones realizadas por los medios pertenecieron más a estrategias comunicacionales que a hechos de la realidad.

Sebastián Reinaga
@sebareinaga