Este miércoles por la noche familiares y amigos de Mery Vidal Borda, la joven embarazada de 34 años que fue baleada el lunes mientras atendía su autoservicio, marcharon desde el lugar de los hechos hasta la intersección de 11 y Montevideo, donde se encuentra el Playón Carlos Cajade, para pedir justicia.
Aproximadamente 70 personas participaron de la convocatoria, la mayoría amigos, familiares y vecinos de la víctima, además de su marido quien conmovido, dijo: “Faltaban dos meses, vino un delincuente y perdí a mi hijita”.

El martes fueron detenidos dos jóvenes que, según expresaron los investigadores, “son los responsables” del hecho. Se trata de Aaron David Cáneva, de 20 años y Nahuel Víctor Jesús Caliva, de 19 años. La fiscal, Virginia Bravo, pidió que quedaran detenidos por “robo calificado, homicidio criminis causa y tentativa de homicidio criminis causa”, lo que avaló el juez Fernando Mateos.

Según informaron desde el Hospital Larrain, la joven baleada “se encuentra prácticamente sin variantes, evolucionando bien, hemodinámicamente estable, con presión arterial normal, sin temperatura y sin dolores, salvo los emocionales de haber perdido a su bebé”.

Los restos de la bebé fueron velados en la casa de sepelios de Montevideo y 21 e inhumados el miércoles a las 14 en el cementerio municipal de Berisso.

El caso recuerda al acontecido en 2010 en la sucursal del Banco Santander Río de 7 y 42, en La Plata cuando Carolina Píparo, que estaba embarazada, fue baleada luego de que le robaran el dinero que había retirado del banco, lo que provocó la muerte de Isidro, el bebé que estaba a punto de nacer. Por el crimen fueron condenados cinco hombres a prisión perpetua.