jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº -1968

Información General | 1 jul 2015

"Chile, decime qué se siente"

Medios, fútbol, hipocresía y nada de deporte

Desde que en los minutos previos al partido de la selección argentina se escuchó una silbatina generalizada de parte del público chileno, algunos medios de comunicación iniciaron una campaña manifiesta para instalar la idea de que la final de la Copa América se convertirá en una guerra sin cuartel. Y todo después de que durante semanas los hinchas que cruzaron la cordillera se cansaran de cantar "Chile, decime qué se siente saber que se te viene el mar", una carcajada grotesca referida a una desgracia como el tsunami que se abatió en el país hermano.


Como suele ocurrir, los diarios La Nación y Clarín publican en tapa la mayoría de los títulares que marcarán la agenda del día. ¿Se ponen de acuerdo? ¿Es una casualidad? Nadie ajeno al mini staff de cada uno de esos diarios podría afirmarlo con seguridad, pero como ya nadie se come los mocos, es dable afirmar que existe un pacto entre editores, una suerte de articulación discursiva y periodística que les permite instalar los temas de debate cotidiano. Y, de paso, no competir entre sí.

En la noche del martes, apenas se escuchó la habitual silbatina mientras se escuchaba el himno nacional argentino, el home de Clarín primero, y luego el de La Nación,publicaron en títulos destacados la noticia, como si fuera la primera vez que ocurriera, y como si al referirse a la rivalidad trasandina pudiera eludirse el mediocre cantito aggiornado a esta competencia inspirado en el “Brasil decime qué se siente”.

La canción en boga entre los acomodados hinchas albicelestes que viajaron dice: “Chile, decime qué se siente, saber que se te viene el mar; te juro que aunque pasen los años, nunca lo vamos a olvidar; porque vos sos un traidor, vigilante y botón; nos vendiste en la guerra por cagón, por acá no vengas más, ojalá te tape el mar, que te ayuden los ingleses a nadar”.

Es difícil afirmar que los dos tanques informativos rioplatenses pretendan con una pavada así socavar los lazos de amistad entre ambos pueblos, lo que salta a simple vista es su mediocre amarillismo, la incapcidad de buscar en las causas las razones reales de anécdotas futboleras que trascienden el plano deportivo, y, por supuesto, la falta de respeto a la información.

Publicar sendas notas sobre los silbidos chilenos omitiendo las provocaciones (folclóricas, claro) es de una bajeza muy parecida a la mala leche. Esta tarde las radios deportivas no paraban de repetir el mismo contenido que las notas mencionadas, y hacían hincapié en el clima de tensión que tiene como telón de fondo una silbatina recontrarrepetida en cada estadio afuera de la Argentina y una canción entonada por unos pocos compatriotas que repiten el feo rasgo de nuestra cultura futbolera: la agresión verbal al latinoamericano, y la marcada soberbia de un pueblo que después critica cuando lo repudian y lo agreden verbalmente en cada estadio de América Latina.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias