jueves 18 de abril de 2024 - Edición Nº -1961

Información General | 30 ago 2015

Este domingo lo confirmó un amigo que estaba

Mejora el estado de salud del joven baleado por un policía en la madrugada del sábado en La Plata

En un centro cultural donde se realizaba una fiesta, un policía que estaba fuera de servicio y bajo los efectos del alcohol y de pastillas ansiolíticas, tras una discusión con su mujer, sacó un arma y efectuó disparos en el interior del lugar. Un joven que se encontraba allí recibió un impacto de bala en el hígado. Recién hoy, domingo, luego de permanecer en coma inducido se encuentra conciente y estable, según confirmó a Infoblancosobrenegro un amigo que estaba con él en el momento en que salvó su vida de milagro.


“Cuando Rafael recibió el disparo en su hígado temimos mucho por lo que pudiera ocurrir. Fueron momentos de desesperación, e inmediatamente, mientras era atendido en el Hospital San Martín, comenzamos una tensa espera que recién esta tarde se transformó en una firme esperanza de que su salud vaya a evolucionar bien. Estamos todos más tranquilos, pero lo importante es que él se mostró, pese a continuar sedado, optimista y con buen ánimo”.

El relato, casualmente, pertenece al docente de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social y miembro del staff de Infoblancosobrenegro, Sebastián Reinaga. Nuestro compañero se encontraba junto a la víctima en el momento de los disparos, y este mediodía pudo comunicarse con él mediante una nota escrita, señas y un apretón de manos.

Según confirmó Sebastián – que permaneció en vilo acompañando a la familia del joven baleado y a la espera de que evolucione bien -, el momento de mayor tensión después de la brutal balacera del policía que, gracias a la fortuna y al azar no terminó con un saldo peor, fue cuando debieron intervenir quirúrjicamente a su amigo.

También de acuerdo a lo que relató nuestro colega y docente de la UNLP, el temor de los allegados a la víctima era que el hígado, donde había impactado el disparo, no resistiera a la operación.

La descontrolada escena de violencia que desató el uniformado, identificado como Julián Gabriel Cabañas y que se encuentra detenido, abrió nuevamente el debate en torno de la conveniencia (o no) de que los miembros de las fuerza de seguridad estén obligados (o se les permita) portar armas de fuego cuando están fuera de servicio. No es el primer caso en el que un hecho de estas características ocurre en la Argentina. Noche, alcohol, drogas duras y armas son un cóctel que en manos de individuos así pueden generar un drama mucho peor aún. Es hora de que se asuma esta realidad, guste o no.

LOS HECHOS

Como publicamos ayer, consignando un cable de la agencia Télam, “Un agente de la Policía Local de La Plata fue aprehendido tras haber baleado gravemente a un estudiante de 26 años en una fiesta que se realizaba en una discoteca, donde efectuó varios disparos mientras discutía con su novia.

La pareja había dejado a sus hijos encerrados en un auto para ingresar al local bailable.

El hecho ocurrió esta madrugada en un boliche de las calles 8, entre 41 y 42, de la capital bonaerense cuando un agente policial, cuya identidad no se informó y que no se encontraba de servicio, discutía con su novia, también agente de esa fuerza, de 32 años.

“Los dos efectivos de la policía local estaban bajo consumo de alcohol y clonazepam. Dejaron encerrados en su vehículo particular a los hijos de ella, de 10 y 3 años, en la puerta del boliche Kalhú e ingresaron”, contó un vocero del caso a Télam y añadió que “estando adentro, al rato empezaron a discutir porque él quería irse y ella no”.

El pesquisa precisó que el resto de la gente que se encontraba en la discoteca intentó calmar al policía, pero él – fuera de sí – sacó su arma reglamentaria, una 9 milímetros, y comenzó a efectuar disparos al aire.

En ese momento, hirió a un joven estudiante, quien pese a que quiso correrse, fue alcanzado por una bala que le hirió el abdomen a la altura del hígado.

Enseguida, la víctima fue trasladada al policlínico San Martín y el policía fue aprehendido.

Por el hecho, interviene la fiscal de turno Betina Lacki y la causa quedó en manos del Juez de Garantías Cesar Melazo".

Vale aclarar que la información que publicamos contenía un error: los disparos no fueron realizados en un boliche bailable, la fiesta tenía lugar en un centro cultural “En eso estamos”.

Mañana se conocerán más detalles sobre la situación procesal del potencial del detenido. Como fue consignado, intervienen la fiscal Betina Lacki y el Juez de Garantías Cesar Melazo.

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