La contaminación acústica es el exceso de sonido que altera las condiciones normales del ambiente en una determinada zona. Si bien el ruido no se acumula, traslada o mantiene en el tiempo como las otras contaminaciones, también puede causar grandes daños en la calidad de vida de las personas si no se controla. INFOBLANCOSOBRENEGRO dialogó con Silvia Bermúdez de la Comisión de Ecología del Colegio de Fonoaudiólogos de La Plata para conocer más de esta problemática.

“Es una contaminación que se denomina invisible, muy pocos ecologistas hablan de ella, pero si está afectando al medio ambiente en las ciudades”, aseguró la fonoaudióloga.

Mediciones desarrollados por profesionales demuestran que los niveles de ruido detectados en el centro platense están a la par de los registrados en capital federal, por lo que los especialistas no dudan en señalar a La Plata como una de las ciudades más ruidosas del país.

“El tráfico es la mayor fuente de ruido, pero también se puede enumerar a los boliches bailables, bares, gimnasios y casas de fiestas”, detalló Bermúdez, quien además consideró que Control Urbano debería “inspeccionar el transporte público, los escapes libres de las motos, que no se toque bocina innecesariamente y controlar los lugares nocturnos”.

“También pasa por la conciencia personal de cada uno”, dijo la especialista quien también señaló a los auriculares como un elemento peligroso: “Lo que pasa es que para estar en la calle y escuchar, como hay mucho ruido detrás, las personas elevan la intensidad del volumen y luego esto se hace un hábito”.

Por otra parte, la fonoaudióloga dijo que la contaminación acústica “también afecta a los animales y a la flora. Un caso emblemático fue cuando se comenzó a utilizar helicópteros en las Cataratas del Iguazú, que mucha fauna emigro y la flora también se vio afectada por falta de polinización”.

Aunque no se tenga consciencia, el sonido excesivo también afecta a las personas cuando duermen. “Esto también trae problemas para conciliar el sueño. El ruido interrumpe las fases del sueño. Por más que uno no se dé cuenta, genera taquicardia, sequedad en la boca, produce alteración y hace que se despierten más fatigados”, concluyó Bermúdez.