viernes 29 de marzo de 2024 - Edición Nº -1941

Información General | 27 may 2015

La fiscal pedía 20 años de cárcel

El joven que tiró la bengala mortal en el recital de La Renga en La Plata fue condenado a 9 años de prisión

Iván Fontán fue condenado a 9 años de cárcel por el delito de "homicidio simple con dolo eventual". Con esta sentancia, la Justicia consideró que al momento de arrojar la bengala, el joven debería haber tenido en cuenta que podía generar una muerte


Iván Fontán de 27 años fue condenado a una pena de nueve años y medio de cárcel, como responsable de haber arrojado la bengala náutica que mató Miguel Ramírez, de 32, durante un recital que realizó La Renga, en 2011, en el autódromo Roberto Mouras de La Plata.

La sentencia fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal II de La Plata, a cargo de Claudio Bernard, Silvia Hoerr y Liliana Torrisi. El joven fue hallado culpable del delito de “homicidio simple con dolo eventual”, que prevé penas de entre 8 y 25 años, por lo que la Justicia consideró que Fontán debió haber evaluado que con su accionar podía causar la muerte de una persona.

La fiscal Silvina Langone había pedido una condena de 20 años de cárcel para el acusado. Por su parte la defensa había solicitado la absolución. El acusado no estuvo presente en la lectura de la sentencia ya que la Sala III de la Cámara de Apelaciones y Garantías de La Plata había dictado la libertad por falta de mérito. Sin embargo, la causa siguió tramitándose y se obtuvieron nuevas pruebas de cargo.

En la investigación quedó acreditado que el 30 de abril de 2011, cerca de las 22.30, en el autódromo platense, “un hombre encendió un dispositivo de tipo bengala que dirigió al nutrido grupo de personas que se encontraba dispuesto a escuchar al grupo de rock La Renga, en momentos en que se apagaban las luces”.

El proyectil impactó en Miguel Ramírez “por la zona cervical y le fracturó el maxilar inferior derecho y la primera costilla, lo que le ocasionó la muerte” una semana después en un hospital.

La defensa de Fontán planteó que la víctima murió por una mala atención hospitalaria y que no se acreditó que la bengala que impactó en el joven muerto sea la misma que arrojó el procesado, lo que técnicamente se denomina nexo causal.

Sin embargo la fiscal Virginia Bravo dio por acreditado en base a una pericia que se trató del mismo artefacto pirotécnico. Los peritos analizaron microscópicamente la ropa que el acusado y la víctima llevaban puestas en la noche del 30 de abril de 2011. Los resultados de los compuestos químicos fueron idénticos.

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