martes 23 de abril de 2024 - Edición Nº -1966

Información General | 26 may 2015

Hubo alegría pero también preocupación

El juez Piombo renunció a la UNLP y los estudiantes lo despidieron al grito de “cagón, cagón”

El Consejo Directivo de la Facultad de Derecho había comenzado a tratar un pedido de juicio académico y suspensión al juez Horacio Piombo como docente. Sin embargo, a poco de comenzar la sesión, el decano Vicente Santos Atela comunicó que el magistrado había presentado la renuncia. Aunque lo tomaron como una victoria, los estudiantes se mostraron disconformes con el proceso. Temen que pueda volver a concursar en el futuro porque no fue juzgado.


El Salón de los Espejos estaba colmado de estudiantes. De un lado se agrupaban los integrantes de Franja Morada que conduce el Centro de Estudiantes y tiene los 5 consejeros del claustro estudiantil en el Consejo Directivo. Enfrente, se apiñaban las agrupaciones de izquierda que conducen la FULP. Una fila de vallas y de trabajadores de la guardia edilicia resguardaban la mesa y las 16 sillas que ocupaban los integrantes del órgano superior de la Facultad.

“Universidad plural y reformista y al que no le gusta fascista, fascista”, cantaban los jóvenes radicales. La respuesta del otro bando no se hacía esperar: “Universidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode, se jode”.

Todos coincidían en la necesidad de apartar de la Facultad a uno de los magistrados que bajó la pena al violador de un nene de 6 años con argumentos discriminatorios, el otro camarista, Benjamín Sal Llargués, renunció el año pasado. Las diferencias se centraban en las formas de hacerlo. Mientras que Franja Morada pregonaba seguir los caminos institucionales, desde la FULP pedían una destitución inmediata con una pronunciación clara de las autoridades.

La sesión comenzó con el alegato de los consejeros estudiantiles. Se sabía que los 5 votarían a favor del juicio académico y la suspensión transitoria de Horacio Piombo a su cargo de profesor titular de las materias Derecho Internacional Público y de Derecho Internacional Privado. El pedido se basaba en un artículo del estatuto que plantea como “causal de remoción la ejecución de actos lesivos graves contra la ética universitaria o su participación en ellos”.

Sin embargo, a los pocos minutos, el decano Vicente Santos Atela tomó la palabra y comunicó que Horacio Piombo había presentado su denuncia minutos atrás. “El Consejo Directivo se expidió por aceptar la renuncia atento al carácter de la misma que presentó el profesor Piombo”, dijo la autoridad máxima de la casa de estudios y ordenó levantar la sesión.

Al principio, los estudiantes celebraron como una victoria el alejamiento voluntario del magistrado a su cargo como docente. Sin embargo, a los pocos minutos comenzó a reinar una suerte de desazón.

“Nosotros queríamos escuchar sus argumentos, por qué falló de esa manera. Nos parece un acto de cobardía y totalmente repudiable que Piombo no se haya hecho presente y no podamos juzgarlo”, expresó a INFOBLANCOSOBRENEGRO, Julia Durán, concejera estudiantil de Franja Morada.

“Ohh, Piombo se cagó, se cagó, se cagó Piombo se cagó”, cantaban los estudiantes a coro. De a poco el segundo piso del edificio ubicado en calle 48 entre 6 y 7 se iba descomprimiendo y el volumen del bullicio descendía con los estudiantes por las escaleras.

“Tenemos mucha indignación por cómo se dio el Consejo Directivo y que la Facultad no haya votado que se realicen los juicios académicos”, comentó a este medio el presidente de la FULP, Darío Estévez, y agregó: “La Facultad aceptó la renuncia como si se tratara de cualquier docente y legalmente no tendría impedimentos para concursar en el futuro”.

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