A más de cinco años de la desaparición del joven Luciano Arruga, y a sólo cuatro meses de que la causa pasara a la órbita federal, encontraron su cuerpo enterrado como NN en el cementerio de la Chacarita. Habría sufrido un accidente en General Paz la misma noche de su desaparición, operado en el hospital Santojanni y luego enterrado sin identificar. La familia y el CELS reclamaron ayer en conferencia de prensa saber la verdad de lo ocurrido.

A pesar de que la búsqueda de su hermana y su mamá comenzó pocas horas después de su desaparición, recién ayer, casi seis años después de aquel fatídico 31 de enero en que se fue de su casa para encontrarse con amigos y nunca regresó, la justicia pudo encontrar el cuerpo de Luciano Arruga enterrado desde hace años como NN en el cementerio de la Chacarita.

Ayer, en conferencia de prensa, el presidente del CELS Horacio Verbitzky junto a la mamá de Luciano y a su hermana, Vanesa Orieta, manifestó que “durante seis años ha habido por el Estado una desidia absoluta para llegar a la información que hoy tuvimos y que aclara (qué pasó), aunque es insuficiente, es insatisfactoria. Ni para la familia ni para el CELS cierra el caso”.

“Hizo falta que un juez, a reclamo de la familia, pusiera en marcha esos mecanismos que el Estado tiene. Por eso, a partir de esto, debería ser parte de una rutina”, opinó Verbitsky sobre la identificación de cuerpos en las morgues.

Vanesa por su parte, advirtió: “Esto no termina acá, necesitamos la verdad acerca de qué pasó, cómo llegó Luciano al medio de la autopista esa medianoche, porque hay elementos que requieren explicación”.

Luciano venía siendo hostigado por la policía del Destacamento de Lomas del Mirador que lo presionaba para que robara para ellos, y en ese contexto fue detenido, torturado y amenazado pocos meses antes de su desaparición.

Vanesa, visiblemente emocionada junto a su madre, dijo también “Vencimos, mi objetivo era encontrar a mi hermano y lo encontré. Vencimos a la desidia, vencimos a la impunidad y vencimos a la mirada discriminante y criminalizante de los jóvenes.”

A partir del hallazgo del cuerpo, dijo el titular del CELS, se determinó la existencia de una causa judicial que tramitó en el juzgado de instrucción 16 porteño, a cargo de Laura Bruniard, en la que fue procesado y luego sobreseído un conductor de 21 años por un accidente ocurrido a las 3.21 del 1 de febrero de 2009, tres horas después de que Luciano fuera visto por última vez.

Verbitsky señaló que de ese expediente surge que Arruga fue atropellado por un auto en la Avenida General Paz y Emilio Castro, en el barrio porteño de Mataderos, cerca del destacamento policial. “No es de ninguna manera un lugar habitual para cruzar la avenida General Paz, es la vía rápida, el que tiene que cruzar al otro lado no cruza por ahí”, dijo el periodista.

El titular del CELS señaló que “otras de las cosas que está abierta a la investigación es por qué en el hospital Santojanni no le dijeron nada (a la madre), que es lo que pasó”.

Ahora la justicia deberá decir todo lo qué pasó esa noche con Luciano Arruga además del accidente, pero sobre todo, deberá decir por qué no pudo dar una respuesta durante casi seis años en que familiares, amigos y organizaciones, lo buscaron desesperadamente.

AndarAgencia