lunes 18 de noviembre de 2024 - Edición Nº -2175

Información General | 17 nov 2024

En U$D 2.200.000

Venden la estancia El Rincón, la más cara y coqueta de La Plata, y que se extiende sobre 7,3 hectáreas

En estos momentos la están usando para eventos, y fue construida en 1894.


Ubicada a solo 13 kilómetros de La Plata y a 44 kilómetros de Buenos Aires se vende la estancia más cara de la capital provincial y una de las más cotizadas de la provincia, una de las propiedades más emblemáticas de la región salió al mercado.

Se trata de una edificación de estilo neoclásico, construida en 1887, que forma parte de la histórica Estancia El Rincón en Villa Elisa. Esta propiedad, que se extiende sobre 7,3 hectáreas, está valorada en USD 2.200.000 y cuenta con una casa principal de 490 metros cuadrados cubiertos.

Está emplazada en un área parquizada con diseño inglés en la parte exterior, rodeada de una arboleda añosa. La construcción, tal como está hoy, posee más de 135 años de vida.

 

 

Tierras que eran de los jesuitas

Los orígenes de la estancia se remontan al siglo XVII, cuando las tierras pertenecían a los jesuitas, hasta que en 1695 fueron adquiridas por Luis de Pezoa de Figueroa, un acaudalado de la época. Posteriormente, sufrieron loteos y subdivisiones). En 1872 el entonces gobernador de la provincia, Mariano Acosta, le vendió un terreno a Jorge Bell.

Este terreno, conocido como “Estancia Grande”, incluía 639 hectáreas y dentro de él se encontraba El Rincón, un puesto que más tarde se convertiría en la estancia.

En 1879, Bell distribuyó sus tierras entre sus hijos: a Jorge (h.) le correspondió la “Estancia Grande”, a Archivaldo la “Estancia Chica” en Abasto, y a Tomás, la “Estancia El Rincón”, en Villa Elisa. El apellido Bell se asocia estrechamente con esta región de La Plata, especialmente con el área de City Bell, reconocida por su desarrollo inmobiliario y su auge en construcciones modernas.

Durante la gestión de Tomás Bell en la Estancia El Rincón, se llevaron a cabo la mayoría de las edificaciones que aún se mantienen en pie, incluyendo la casa principal y una casa secundaria en el casco. Originalmente, las construcciones fueron concebidas en un estilo francés, con la residencia principal que se destaca por sus dos plantas, amplias galerías que la rodeaban y un imponente techo de tejuela negra.

En 1928, tras la sucesión de Tomás Bell, la estancia —que abarcaba unas 600 hectáreas— fue subastada y adquirida por Pablo Edmundo Saint. Este empresario, conocido por ser el fabricante de los chocolates “Águila”, transformó el lugar en un centro de producción lechera, introduciendo la cría de vacas holando-argentinas y estableciendo varios tambos. Para optimizar el transporte, instaló vías de autorriel que permitían enviar leche pasteurizada directamente a su planta en Buenos Aires.

En la década de 1940, un incendio destruyó gran parte de la casa principal, que fue reconstruida en 1951 bajo la dirección de los arquitectos Carlos E. Bullrich y Alberto Méndez, quienes optaron por un estilo neoclásico.

El parque que rodea la construcción principal fue rediseñado por los paisajistas E. Coombs y Kathleen Coombs, incorporando especies vegetales de diversas partes del mundo, lo que lo convierte en un atractivo para estudiantes de paisajismo.

“La propiedad también cuenta con una piscina semiolímpica y un galpón de 372 metros cuadrados que se utiliza para almacenamiento y como sala de máquinas”, precisó a Infobae Matías Falcioni, de Falcioni Bienes Inmuebles.

La propiedad perteneció a cuatro familias a lo largo de su historia, cada una dejando su huella en el lugar.

 

En 1993, fue adquirida por sus actuales propietarios, quienes la adaptaron para eventos, manteniendo su esplendor original.

 

Lo inmobiliario

La Estancia El Rincón presenta un atractivo único para inversores que valoren propiedades con historia y un alto valor cultural.

Según Falcioni, los compradores ideales podrían ser empresarios del ámbito de la salud o el bienestar que visualicen el lugar como un espacio ideal para retiros o spas, así como emprendedores interesados en desarrollar un barrio cerrado boutique.

La residencia principal y el parque circundante se encuentran en buen estado de conservación, priorizando la preservación de su esencia histórica.

“El foco ha estado en mantener intactas las características originales, evitando renovaciones que alteren su arquitectura patrimonial”, acotó el inmobiliario.

La construcción principal destaca por sus paredes de 60 centímetros de espesor, lo que proporciona una excelente inercia térmica. En su interior, se encuentran tres dormitorios principales, dos escritorios y tres dormitorios secundarios, además de una cocina moderna y varios baños. La planta alta alberga un atelier con vistas panorámicas.

En total son 10 ambientes, 6 dormitorios, 5 baños, 3 toilette y garaje para 5 vehículos. En total posee 1.430 m2 cubiertos.

La residencia principal, de casi 500 metros cuadrados, recibe a los visitantes con dos ambientes amplios, varios salones, habitaciones con detalles en madera y un diseño orientado a la comodidad y elegancia. La distribución interna se centra en áreas sociales y privadas bien definidas. “Después del incendio se modificaron sus techos y se amplió, resultando un estilo más colonial”, acotó Falcioni.

Sobresalen materiales como hormigón, molduras de estilo, pisos de madera, mesadas resistentes y materiales clásicos en cocina y baños, y paredes de ladrillo sólido, dado el estilo de época.

La estancia se extiende sobre 7,3 hectáreas, incluyendo la casa principal, un anexo tipo salón para grandes reuniones sociales con una gran parrilla, un extenso parque de diseño inglés, una arboleda, y posibles construcciones de soporte agrícola o de cría de animales.

Además de sus espacios residenciales, la estancia dispone de amplios galpones, áreas de servicio y carpas para eventos. Entre sus instalaciones modernas se incluyen un grupo electrógeno y un tanque de agua de 85.000 litros.

El parque, junto con su proximidad a otros predios emblemáticos como “La Quinta del Colegio de Abogados” y el “Haras Firmamento”, la convierten en una opción privilegiada para quienes buscan inmuebles con valor histórico.

Falcioni resaltó que cualquier modificación en la estancia probablemente requeriría permisos de las autoridades locales, dado su carácter patrimonial.

Asimismo, la propiedad tiene un potencial significativo para proyectos como un hotel boutique, un centro de eventos o una residencia privada enfocada en el ecoturismo.

“El entorno natural y el legado arquitectónico permiten imaginar múltiples desarrollos, siempre con un enfoque en la preservación cultural”, concluyó Falcioni.

Fuente: Infobae

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