Esta tarde una ave rapaz, o ave de rapiña, estuvo al menos tres horas intentando llevarse un par de zapatillas que colgaba de un cable sobre la esquina de 3 y 50. A pocos metros se juntó una decena de vecinos y transeúntes que se quedaron observándola y tomándole fotos, ya que por su tamaño y sus características físicas no se trata de una especie común en La Plata y sus alrededores. 

Enseguida comenzaron a debatir de qué ave se trataba, aunque la mayoría sostenía con firmeza que era un "aguilucho", según pudo comportar un cronista de Info Blanco Sobre Negro que se acercó al lugar. Otro comentarista aseguraba con cara de "saberlotodo" que era un "halcón", y que en la capital bonaerense, si algo abunda, "son los halcones".

"En la cima de la Catedral está repleto", aseguraba. 

 

 

Luego, con algunas imágenes del ave, este medio consultó a un especialista de la UNLP que consideró que se trataba de un Gavilán Mixto, cono denominan a esa especie en Argentina y Uruguay, Águila de Harris, como se la nombra en España,  o un Halcón o Aguililla de Harris, como la llaman en México.

Como sea, el ave congregó a una decena de vecinos y vecinas que se renovaban minuto a minuto.  Incluso, una familia salió de su vivienda para tomarle imágenes, cada uno con su teléfono en mano.

 

La señalética drogona

Otro capítulo muy curioso fue el que siguió al debate sobre de qué especie se trataba. Ante la falta de certezas, una señora lanzó un comentario con tono de broma: "El halcón se quiere llevar las zapatillas que dejaron colgando del cable los que venden drogas". Y otro respondió: "Ojalá se las lleve así le arruinan el negocio a los narcos".

Fue el comienzo de una reafirmación colectiva del mito de la "señalética drogona", que surge de la creencia de que existe una suerte de "anuncio" que hacen tontos  traficantes que usarían ese método (tirar zapatillas a un cable), para indicar que en ese sitio se comercializan estupefacientes. Algo así como alguien enviado a espiar que primero tocar el timbre. 

Es un mito urbano tan ridículo como persistente, y que se repite de boca en boca desde hace décadas. 

Si fuera verdad se trataría de una confesión a la vista de todos, hacha por narcos con ganas de salir de la clandestinidad, pero que hacen todo para que los atrapen porque no se animan a entragarse.

 

 

Con los minutos comenzaron otros debates, como por ejemplo el lugar desde el que había volado el ave. 

Una señora atribuyó la presencia del gavilán a "una fuga del Bioparque".

Un joven aseguraba que "las largan para que se coman las palomas, que son una plaga", y otro con tono de experimentado biólogo aseguraba: "Debe haber llegado a La Plata por el calentamiento global".

Nadie podía saber que se trataba de un ave de estas pampas, y que está distribuida en todo el continente, además de regiones de otras latitudes. 

Finalmente, el supuesto "halcón" se quedó hasta que cayó el sol revoloteando sobre los cables de 3 y 50, a solamente tres cuadras del Paseo del Bosque, un hábitat más que propicio para esa especie.