

La inmigración senegalesa en Argentina se inició en los ’90, pero entre 2007 y 2012 se dio una llegada masiva. Las cifras oficiales indican de más de 600 mil senegaleses alrededor del mundo, mientras que las no oficiales hablan de más de tres millones, una cifra realmente elevada para un país con una población total de 13 millones. En la Argentina viven alrededor de 4 mil senegales.
En diálogo con Blanco sobre Negro el vicepresidente de la Asociación de Residentes Senegaleses en Argentina, Abba Goudiaby, relató: “Yo estoy hace 23 años en Argentina y la asociación se formó en 2007. Se organizó para ayudarnos entre nosotros, sabiendo que ninguno tiene parientes y por eso es más necesario ser unidos ante cualquier acto de discriminación”.
“En este momento estamos haciendo un censo, en 2013 se regularizaron 1700 senegaleses a partir de un acuerdo con el gobierno, pero yo creo que somos alrededor de 4 mil”, continuó Goudiaby.
Desde hace años, inmigrantes africanos, en su mayoría senegaleses, venden bijouterie, relojes, billeteras, pañuelos y una gama de productos cada vez más amplia. Sobre este fenómeno se han tejido todo tipo de teorías e incluso circula una suerte de mito urbano que asegura que estos manteros son regenteados por un superior que consigue la mercadería de contrabando en los puertos.
Sin embargo, Goudiaby asegura que el “trámite para estar legal es muy complicado y por eso no se puede entrar al mercado laboral, por lo que muchos se dedican a la venta ambulatoria”. Además, aseguró que “la mayoría compra los productos en el barrio de Once y después los sale a vender a la calle”.
“Los senegaleses todo lo que venden lo compran en Once. No creo que exista una mafia detrás de esto. A las 7 de la mañana están todos los chicos comprando”, explicó el vicepresidente de la Asociación de Residentes Senegaleses en Argentina.
“En este momento hay algunos que están cambiando el rubro, venden café en la calle porque parece que con lo otro está cada vez más duro, son muchos y venden lo mismo”, detalló Goudiaby.
“Gran parte entra en forma ilegal, y ya ahí es complicado regularizarse, porque hay que presentar un contrato de trabajo, lo que es imposible de conseguir”, comentó el inmigrante senegalés, que es empleado en una automotriz.
Sobre las causas que motivan a los senegaleses a venir a Argentina, Goudiaby relató: “El problema que hay en África en general es que no hay trabajo, sólo se puede rebuscarla. La mayoría tiene su familia allá, hijos o esposa y si tienen posibilidad de ayudar mandan dinero”. Y agregó: “Uno decide ir a otro lado pensando que se puede estar mejor. En Europa ya es imposible entrar, por eso es más viable venir para este lado. La mayoría se queda en Brasil o Argentina”.