Información General | 18 oct 2014
Campaña por la memoria
Personalidades piden que el Museo de La Plata restituya los restos de un cacique tehuelche
Estela de Carlotto, Raly Barrionuevo, Eduardo Jozami, Baltasar Garzón y Martín Fresneda, son algunas de las personalidades que se sumaron a la campaña para completar la restitución de los restos de Inacayal, cacique tehuelche
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, el folklorista Raly Barrionuevo, el escritor Eduardo Jozami, el juez español Baltasar Garzón y el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, son algunas de las personalidades que se sumaron a la campaña para completar la restitución de los restos de Inacayal, “longko” (cabeza, cacique) tehuelche.
“Lo que estamos reclamando es el cuero cabelludo, el cerebro y la oreja izquierda del Inacayal que fueron retenidos en 1994, cuando restituyeron una parte de los restos lo que constituyó la primera experiencia en restitución del país”, relató a _Télam_ el antropólogo Gustavo Slomka, integrante del colectivo GUIAS (Grupo Universitario en Investigación en Antropología Social) que lleva adelante la campaña.
Allí acordaron que antes de fin de año el Museo entregaría el cuero cabelludo de Inacayal, y los restos óseos y el cuero cabelludo de su esposa y de su sobrina, Margarita Foyel; además se entregarán en custodia a las comunidades tres cerebros de los cuales se conoce que dos de ellos pertenecían a Inacayal y Foyel.
“El objetivo de la campaña es generar una mayor conciencia acerca de la necesidad de que esta restitución se haga efectiva. Las personas a las que les pedimos el apoyo no fueron azarosas. Se trata de aquellos que desde su lugar han dado o dan batalla contra el olvido, denunciando el genocidio llevado adelante en el país en la dictadura de 1976”, sostuvo por su parte Fernando Pepe, también integrante de GUIAS.
“Nosotros entendemos que los pueblos originarios del sur fueron también víctimas de un genocidio, en aquel momento del estado roquista”, cotinuó el antropólogo.
En el mismo sentido, Angel Ñanco, longko de la comunidad tehuelche-mapuche Pu Fotum Mapu (que significa hijos de la tierra), sostuvo: “Poder reencontrarnos con nuestros antepasados es para nosotros una manera de comenzar a cerrar algunas heridas que han quedado de la mal llamada campaña del desierto”.
“Intencionalmente se ha dicho que era ‘campaña del desierto’, como si estas tierras hubieran estado vacías cuando estaban habitadas por los pueblos originarios. Pero resulta que ellos venían, asesinaba o secuestraban a nuestros hermanos. Después los hacían caminar hasta Patagones, allí los embarcaban y los trasladaban hasta La Boca, donde la ‘gente de bien’ iba al puerto a comprarlos”, describió Ñanco.
Y continuó: “Así las familias eran desmembradas y algunas de ellas fueron a parar al Museo de La Plata donde se los exhibía como animales y una vez muertos los descarnaban y los ponían en las vitrinas”.
Este proceso que el longko describe en términos generales, se materializa con nombre y rostro con la historia de Inacakal y su familia: “Inacayal fue uno de los referentes de las comunidades que lucharon por su pueblo en tiempos de la avanzada roquista, es decir, fue un referente de la resistencia mapuche y tehuelche de la Patagonia”, detalló Slomka.
Tras ser tomado prisionero, el cacique fue llevado a Buenos Aires junto a su familia donde luego de estar presos fueron enviados al Museo de La Plata para cumplir tareas de servidumbre.
“En la primavera de 1887 comienza una seguidilla de muertes que diezmará a su familia. El 23 de septiembre muere Margarita Foyel; el 26, Inacayal; el 2 de octubre su mujer, y el 9 de octubre, la fueguina "Tafa"”, describió el antropólogo y añadió que los restos fueron exhibidos durante años en la vitrina de la institución.
La campaña que impulsa GUIAS también está destinada a exigir la restitución a la Confederación Mapuche de Neuquén de los restos de Calfulcurá, el máximo Toki mapuche cuya tumba fue saqueada por el coronel Levalle y terminó también exhibido en el museo platense.