La faja transportadora, ha representado un avance vital para la fábrica desde su origen y creación, allá por principios del siglo pasado. Es una eficiente herramienta transportadora, especializada y recomendada para llevar adelante proyectos de gran escala y procesos largos; acortándolos y resolviéndolos de forma enérgica.

La clave de todo el modelo, es la continuidad que se le da a la producción a lo largo de la faja. La banda que se moviliza entre dos tambores, es arrastrada por la fricción que se le otorga desde las fuentes de energía eléctrica, accionadas obviamente por un motor. Uno se puede preguntar ¿Por qué son dos tambores? Uno para ir, y el otro para venir. Como todo proceso continuo, como todo círculo ordenado y controlado, debe haber un equilibrio exacto. Es por eso, que la faja funciona de forma tan particular y armoniosa.

Estas cintas, suelen utilizarse en algunas industrias en particular: como la agrícola, la industrial, pero también para el transporte de personas. Aunque suene casi terrorífico, en muchas ocasiones nos movemos o somos movilizados, de igual manera que un producto terminado. En los aeropuertos, en los hospitales, las fajas transportadoras nos ayudan a orientarnos; a nosotros o a nuestras pertenencias. Para descargar barcos o aviones, se utilizan estos modelos.

El formato de la faja, fue cambiando a lo largo del tiempo. A través de la modificación de algunos detalles, la faja evolucionó. Ahora existen hasta cintas elevadoras, que funcionan de forma parecida pero se trabajan en terrenos inclinados. Aunque difieran de funcionalidades, son todas hijas de la faja original estas van de la mano con los polines.

Si vamos a la conjunción del modelo, a la conclusión necesaria, podríamos referirnos a los beneficios brindados por la faja. Cuando tratamos un avance de estas características, que simbolizó tanto para la industria, deberíamos analizarlo en profundidad, para comprender el porqué de esa importancia. El ahorro de tiempo y presupuesto de las producciones, tal vez sea el principal, pero no el único. Se puede instalar de diversas formas, sin importar el espacio o la arquitectura del mismo. Y también, permiten comunicar grandes distancias, que transportan estos productos. Queda claro, que de acá en más, la faja seguirá evolucionando. Ya se ha comenzado a agregarles impresoras industriales, por poner un ejemplo. Cuando se trata de una funcionalidad tan vital y revolucionaria, como la faja transportadora, tardaremos años en encontrar un reemplazo o una mejora acorde a lo que esta nos ofrece.