

La inflación puede tener un impacto negativo en su patrimonio si no la gestiona adecuadamente, pero con algo de previsión y planificación, puede gestionar la inflación a su favor.
La inflación por empuje de los costes se produce cuando hay un aumento del coste de la vida que no puede atribuirse al aumento de la demanda de bienes y servicios. La inflación por empuje de los costes puede deberse a diversos factores, como la escasez de suministros o el aumento de los costes de las materias primas. También puede ser el resultado de una disminución de la producción o la productividad en una empresa o industria concreta. Por ejemplo, si hay una sequía que afecta a la producción agrícola, es probable que el precio de los alimentos aumente en consecuencia.
La inflación por atracción de la demanda se produce cuando aumenta la demanda agregada (AD), que es la cantidad total de dinero gastada en bienes y servicios durante un periodo de tiempo. El principal impulsor de la AD es el gasto de los consumidores; sin embargo, las empresas también contribuyen a la AD porque suelen invertir más cuando esperan un mayor volumen de ventas en el futuro debido a la mayor demanda de sus bienes y servicios.
La estanflación se refiere a una economía con altas tasas de desempleo e inflación al mismo tiempo.
Las principales causas de la inflación son las siguientes:
Ahora que conoce bien la inflación y sus causas, es hora de que se prepare. El siguiente paso es proteger su dinero de la inflación invirtiendo en divisas, como los USDT (cripto anclada al dólar), también puede invertir energía u oro y plata. Estos son los productos que puedes utilizar como cobertura contra la inflación. También deberías invertir en acciones y diversificar tu cartera para minimizar el riesgo.
Almacenar alimentos, agua y combustible es siempre importante. Cuando la tasa de inflación empiece a ser realmente aterradora, se sugiere empezar a comprar alimentos a granel, y abastecerse de otros productos esenciales como agua, artículos sanitarios y productos de higiene.
Es muy tentador salir corriendo a gastar dinero cuando se ve la inflación. La mejor manera de gestionar la inflación es hacer lo contrario. Si vas de vacaciones, obtén mucha comida antes de salir. Compre lo que necesita en lugar de lo que desea. Abastezca de cosas como papel higiénico, jabón y toallas de papel que duren mucho tiempo y dígale a su familia que sólo usen un rollo a la vez en lugar de dos.
La inflación económica obliga a cambiar los hábitos de compra. Tenemos que ser más creativos a la hora de gastar el dinero. Utilizar nuestros recursos con prudencia no sólo ayudará a sobrellevar la situación, sino que también permitirá realizar inversiones que potencialmente aporten ingresos superiores a la tasa de inflación.