Un niño de 7 años que vacacionaba junto a su familia en San Rafael,  Mendoza, murió al caerse a un lago mientras se sacaba una foto junto a su madre y a su hermanita de 4 años.

La desgracia ocurrió en Los Reyunos, y según informó la policía que intervino,  los tres cayeron al agua, pero las dos mujeres pudieron ser rescatadas mientras el nene se ahogaba. Más tarde hallaron su cuerpo, cuando ya eran las 23.00 horas, a un kilómetro de la entrada del club Náutico.

Walter Guillig, padre de la víctima, relató que los tres estaban tomándose una foto sobre en la costa del lago y “ se aproximó una creciente por la derivación del agua" hasta que "fueron arrastrados por la corriente”.

Al observar la escena, el hombre se subió a su camioneta bordeando el lago y le pidió un pescador que llame al 911.

En el lugar, en ese momento, pudo ver que su esposa e hija estaban agarradas a una roca para que no se las llevara la corriente, hasta que con su ayuda lograron salir a la costa. Y en ese momento llegó el momento más angustiante y dramático: pudo ver cómo la corriente del agua se empezó a llevar a su hijo hacia un a muerte segura. Pero ya no podía hacer nada. 

Esa desgracia se suma a otra de la que dimos cuenta en Info Blanco Sobre Negro hace muy poco: una turista de 39 años quiso sacarse una selfie y murió al caer por el Cañón del Atuel, que también está ubicado en las cercanías de San Rafael. Es decir, una persona muerta otra vez en el mismo lugar por una tragedia fácilmente evitable.