El candidato a intendente de Javier Milei en Florencio Varela, Nicolás Scrocchi, aseguró que ya existe la "venta de testículos" durante una entrevista periodística. Además, ya había expresado esa fantasía en su cuenta de Instagram, aunque luego ese posteo fue retirado y ya no se lo puede ver. 

Scrochi es una persona grande, de 35 años, pero todavía nadie sale de su asombro al enterarse de lo que dijo.

Sobre todo llama la atención porque el candidato a intendente de La Libertad Avanza es propietario de una cadena de farmacias que heredó de su familia, por lo que, se supone, alguna cercanía con la medicina debería tener.

Y es abogado, lo que demuestra que no le faltaron posibilidades económicas, o de otra naturaleza, para capacitarse y alcanzar un grado aceptable de formación intelectual. 

Por eso, tras una entrevista con el portal "El Radar del Sur" en la que hizo mención sobre la supuesta "venta de testículos" en otros países (que no identificó, obviamente, porque no existen) quedó atónito todo el arco político de ese distrito del sur del gran Buenos Aires.

"El otro día leí en una revista, no acá en Argentina, pero en algunos lugares se están vendiendo testículos, eso es un órgano ¿no?", había dicho Scrocchi.

"Se trató de un comentario propio de alguien desprovisto de cualquier habilidad intelectual", aseguró a este medio un dirigente peronista que acompaña al intendente  Andrés Watson. 

No obstante, hay que reconocer que el hombre está dispuesto a cualquier cosa para defender las propuestas (como la venta de órganos) que impulsa su jefe político, Javier Milei.  

El precio de los testículos

Para comprender de dónde sacó Scrocchi semejante ocurrencia, intentamos encontrar ese país donde se compran y venden testículos.

No logramos develar la incógnita. Si pudimos comprobar que ni en la geografía más aislada del planeta se hacen las prácticas con las que fantasea el candidato. 

Una posibilidad es que haya leído alguna vez sobre alguna noticia vinculada a alguna indemnización por mal ejercicio de la medicina, u algo similar. 

Por ejemplo, el diario ABC de España publicó hace unos años: "La salud no tiene precio, pero si por negligencia o agresión se tiene la desgracia de perder un miembro del cuerpo, la ley le reconoce un precio cierto en forma de indemnización a pagar por quien haya sido responsable de su pérdida. Y, llegados a este punto, ¿cuánto vale un testículo? La duda viene al caso de dos resoluciones legales que se han producido en el último año en Aragón, reflejo de la curiosidad jurídica que envuelve al asunto".

"El precio es variable. Depende, entre otras cosas, de las circunstancias que hayan provocado la pérdida de una gónada masculina. No es lo mismo que la raíz radique en una negligencia médica que en una agresión", añadió el mismo medio, muy reconocido a nivel global y editado en España.

"Pagan $35,000 dólares por donar un testículo", publicó el medio Once Noticias, y aclaró que "en 2013, un hombre de Las Vegas, Nevada, Mark Parisi realizó la donación de uno de sus testículos para investigaciones científicas, a cambio de $35,000 dólares".

Es imposible hallar algo que justifique lo dicho por Scrocchi, pero no pasa nada: en este país se puede decir cualquier cosa.