En la casa matriz del Banco Provincia volvió a colapsar la atención al público, y hubo quejas, discusiones y violencia verbal
Como suele ocurrir, muchos clientes soportaron colas de hasta cuatro horas. Por la mala y escasa atención tuvieron que habilitar el uso de los teléfonos celulares en las filas, y un agente de seguridad privada coordinaba la afluencia en la zona de cajas. Tras maltratar a un cliente lo invitó a "boxear", en el punto culmine de un verdadero corso a contramano. Todo entre trabajadores bancarios que perciben haberes superiores al millón de pesos y clientes que no superan la línea de la pobreza o de la indigencia.
